Pregunta del mes /6: ¿Debería considerarse la energía nuclear como parte de un mix bajo en emisiones?

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Hasta que las tecnologías de almacenamiento nos permitan acercarnos al 100% de electricidad renovable, ¿debería considerarse la energía nuclear como parte de un mix bajo en emisiones? ¿O es preferible otra alternativa?

 Pregunta tan polémica como interesante y necesaria! Porque creo que nuestro gobierno ha decidido que la sociedad es antinuclear, y personalmente creo que no lo es, o al menos no mayoritariamente, y a la mayoría de la ciudadanía le hace falta mucha más información para poder formarse una opinión.

 Opinar sobre la energía nuclear es especialmente difícil, suele ser un diálogo de sordos entre opiniones viscerales y argumentos ciegos frecuentemente incorrectos, o verdades incompletas. Dicho esto, yo creo que la energía nuclear debe permanecer en el mix por un tiempo por varios motivos.

 1- Seguridad:

Hablar de energía nuclear pasa por entender Chernobyl, sus impactos reales devastadores y sus causas, y sobre todo sus probabilidades de ocurrencia futuras.

De los varios accidentes nucleares relevantes (principalmente Chernobyl, Fukushima, y a otro nivel muy inferior Three Mile Island) el más grave es el de Chernobyl, que merecería un largo post para explicar las causas, y los impactos. Es relevante entender tanto las causas como los impactos para tener una opinión sólida, porque muchos antinucleares lo son en gran parte por el riesgo de otro Chernobyl, no sin razón. Pero es importante que la gente entienda que otro Chernobyl no podría volver a pasar. No podría incluso con fallos humanos (que por poder siempre deben considerarse) principalmente por distintos diseños en los reactores de todo el mundo.  También invito a que se lea el resumen del único documento que considero válido, https://www.un.org/press/en/2005/dev2539.doc.htm, liderado por un conjunto de 8 instituciones autorizadas incluyendo varias divisiones de Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, y el Banco Mundial, y redactado 20 años después de la tristemente famosa catástrofe. Me permito resumir los impactos de las 600 páginas en que murieron 50 personas rápidamente tras el accidente (en su mayoría bomberos) y aproximadamente 4000 más años después a lo largo de su posterior vida de manera prematura, incluyendo unos 10 jóvenes por cáncer de tiroides de entre 4000 registrados; también se evacuaron centenares de miles de personas y se inhabilitó una gran extensión de terreno para casi todos los usos, y se causaron incuantificables problemas psicológicos que aún duran hoy. Siendo un gravísimo accidente, que en absoluto minimizo, creo que se debe poner en perspectiva con las muy muy superiores víctimas mortales en sin fin de eventos como accidentes de coche o aéreos, tabaco, alcohol, roturas de presas hidráulicas, incendios en fábricas químicas, y un largo etcétera de eventos que no por ello condenan sectores con impactos positivos para la sociedad.  Pero sobre todo el argumento no es que 4000 sean pocas o muchas vidas, que son muchísimas y son 4000 más de las necesarias, y de pensar que podría volver a pasar yo sería antinuclear. El argumento es que es importante entender que Chernobyl no podría volver a pasar por los diseños que operan desde hace tiempo en todas las tecnologías nucleares de todos los países.

Sobre Fukushima, diré sólo que no mató a nadie a pesar de la espectacularidad del tsunami, que es lo que mató a decenas de miles. Por tanto Fukushima tampoco justifica en mi opinión el cese de la actividad nuclear; sí justifica revisar criterios de diseño y emplazamientos, porque sí hubo fugas de radiactividad.   Y sobre el riesgo de terrorismo, diré copiando a Jean Marc Jancovici que si bien existir ese riesgo existe con posibles víctimas (posiblemente unidades o decenas), si un terrorista quiere causar muerte y destrucción debería preferir apuntar a un rascacielos o centro comercial antes que a una central nuclear.

 2- Economía

La energía nuclear es la más intensiva energéticamente de las actualmente conocidas, y de entre las tecnologías térmicas y fiables la que menos material extrae de la tierra. Construir nuevas centrales en España tendría un coste posiblemente más próximo de los 100€/MWh que de los 50€/MWh, y precisaría unos 20 años de planificación y construcción con pactos de estado que francamente veo imposibles en España. Ojo que esos 100€/MWh parecen caros, y lo son, pero no son en absoluto comparables a los LCOE renovables por las muy distintas prestaciones, y permitirían no sólo dar firmeza al sistema sino, entre otros servicios, producir grandes cantidades de hidrógeno que descarbonice otros sectores difíciles de electrificar. Todo ello con un gasto de materiales muy inferior al de cualquier otra tecnología renovable con almacenamiento.

Hoy en día, nuestra estimación es que mantener los reactores existentes implica unos costes operativos en el entorno de los 45-50€/MWh. Y en contra de lo manifestado por autoridades políticas relevantes, el estándar no son 40 años de vida de diseño sino que quienes han desarrollado nuestra tecnología tienen por estándar extensiones a 60 años e incluso hay ya confirmadas extensiones a 80 años; se puede decir que 60 años es el estándar técnico y que todo lo demás son voluntades políticas.

Y existen costes de desmantelamiento elevados sí, que tendremos igualmente tanto si las extendemos como si no.

 En definitiva, esta tecnología que conocemos y dominamos con excelentes estándares de fiabilidad, y que el CSN supervisa imponiendo las oportunas medidas preventivas, proporciona grandísimas cantidades de energía en poquísimo espacio con mínimo impacto visual, aislándonos completamente de cualquier subida de precio de los combustibles fósiles importados.

 Que nadie compare estos ~45-50€/MWh con el coste medio de la energía eólica o solar, porque un sistema eléctrico necesita energía cuando no hay viento ni sol, y el coste del respaldo que necesitaríamos para no tener apagones si prescindiésemos de las nucleares de aquí a 2035 sería muy superior al coste de extender el parque nuclear con sus debidas inversiones en seguridad. Y tampoco creo que sea prudente confiar en precios de combustibles bajos en línea con los actuales durante los próximos 40 años; miremos más bien el precio del gas y el petróleo en 2014…

 Por último, el coste económico y logístico de cerrar las nucleares según las fechas del último pacto público, auguro que imposibilitará llevarlo a cabo. Al margen de que la seguridad de suministro posiblemente tampoco lo permita.

 3- Cambio climático

El principal debate sobre la sostenibilidad de la energía nuclear es si es seguro el tratamiento de los residuos, y si son peores dichos residuos o si es peor la emisión de CO2. Mi opinión es clara en que el cambio climático lo causa exclusivamente el CO2 y otros gases. En cambio, los residuos de alta radioactividad que son los potencialmente muy dañinos, son perfectamente sellados en contenedores que aíslan la radiactividad hasta niveles inferiores a los que percibe de manera natural quien vive en cualquier zona de piedra granítica o quien toma un avión. Los contenedores producidos por toda una vida de una planta nuclear caben en aproximadamente una cancha de baloncesto, y debidamente confinados no podrán contribuir a ninguna de las cada vez más frecuentes catástrofes climáticas. Recuerdo que el CO2 se queda miles de años en la atmósfera, y es lo que calienta la tierra y provoca desastres.

 Hay que hacer números y escenarios sin ideas preconcebidas (ni dejar nucleares por defecto, ni quitarlas por defecto), y monitorizar permanentemente las evoluciones tecnológicas que no cesan y a menudo nos sorprenden. Pero a día de hoy, mientras llega el almacenamiento barato de gran escala, y sobre todo las smartgrids donde cantidades ingentes de demanda se activen/desactiven siguiendo a la generación renovable, creo que la menos mala de las soluciones pasa por mantener un parque nuclear seguro, complementado una operación flexibilizada y/o abundantes cantidades de nuevo almacenamiento, así como muchas renovables adicionales e hidrógeno como vector de la descarbonización.

 En 10 años, según hayan avanzado el mundo del almacenamiento, reactores de fisión avanzados, el prometedor proyecto ITER de fusión nuclear en el que tengo grandes esperanzas, la energía termosolar, y los vehículos eléctricos y de hidrógeno, podremos decidir con mejor criterio si debemos extender hacia el estándar de 60 años, o si otras alternativas de almacenamiento circularmente sostenible y económicamente a nuestro alcance que garanticen la seguridad de suministro, sugieren echarles el cierre durante los años 30.   

Javier Revuelta, Senior Principal en AFRY Management Consulting.

 


Ver respuestas anteriores:

Kim Keats-Martínez, Director, y Luis Villar, Senior Associate, en nombre de Ekon Strategy Consulting

Javier Guerra, presidente de la Sociedad Nuclear Española

Antonio Delgado Rigal, CEO de Aleasoft Energy Forecasting

Andrés Sandoval, Responsable de desarrollo de negocio de Enertis

Pedro Fresco, especialista en los mercados eléctrico y gasista españoles

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