Pregunta del mes/ 2: ¿Debería considerarse la energía nuclear como parte de un mix bajo en emisiones?

Share

Hasta que las tecnologías de almacenamiento nos permitan acercarnos al 100% de electricidad renovable, ¿debería considerarse la energía nuclear como parte de un mix bajo en emisiones? ¿O es preferible otra alternativa?

“Aunque la nuclear juega un papel muy importante en el mix de generación en España, generando en un entorno del 20% de la energía eléctrica del mix como carga base, y al no generar gases de efecto invernadero (Su ciclo de vida tiene una huella igual a la de la energía eólica (12 gCO2 eq KWh) – según World Nuclear Association), debemos tener en cuenta los altos riesgos que conlleva la operación de este tipo de centrales, y los costes asociados. En caso de accidentes graves, los efectos pueden ser muy difíciles de contener y los efectos sobre las personas y el medio ambiente pueden tener un impacto durante décadas o siglos. Además, hay que tener en cuenta que la operación segura implica también una gran complejidad de la gestión de residuos, que requieren espacio y un almacenamiento, también, durante siglos. En España, en particular, al no contar con la infraestructura suficiente para la gestión de los residuos, existe una necesidad de una compleja gestión logística, con unos altos costes financieros.

Aunque la energía nuclear aporta una energía firme y predecible a este sector estratégico, no aporta flexibilidad en la gestión del sistema, que es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos con la integración de las renovables en los próximos años, cumpliendo así con los objetivos marcados. Es por ello, que hay que poner el foco en establecer los objetivos e incentivos adecuados para permitir el desarrollo de tecnologías de almacenamiento que se sumen a este mix energético de emisiones cero.

Parece que estamos en un escenario, en el cual se debe trabajar la planificación de esa implantación importante de renovables y el almacenamiento, donde se deben hacer ajustes al mercado y a la regulación para que se pueda valorar el aporte del almacenamiento y acelerar el proceso, ya que actualmente, no se cuenta con los mecanismos adecuados que valoren, a nivel de proyecto, estos beneficios. Y es muy importante en la definición de esos ajustes de mercado y en la planificación, tener en cuenta cuáles son las características que diferentes tecnologías de almacenamiento aportan al sistema, por ejemplo, las baterías, la respuesta más rápida y ajustes de frecuencia, el bombeo, el poder almacenar a largo plazo energía, entre otros.

Este impulso sólo será posible si se cuenta con una planificación exigente y vinculante para el cierre de las nucleares, sustituyéndose la capacidad instalada por otras tecnologías de almacenamiento que no resten competitividad al sistema. La versión del borrador actual del PNIEC ya establece una senda, con integración de renovables, donde la nuclear pasaría de los 7 GW a día de hoy a 3 GW.

La tarea de sustituir energías contaminantes del mix energético por renovables no es menor, pero es ejecutable y se puede acelerar. En España hay que tener en cuenta varios factores: las renovables son muy competitivas en precio de energía, contamos con una red muy mallada y muy robusta, capaz de absorber una cantidad importante de nueva instalación de renovables no gestionables (ya hay más de 110 GW de potencia renovable con permiso de acceso que no están en servicio bajo la norma técnica actual), la industria renovable ha demostrado una capacidad de poner en marcha un volumen importante de proyectos (como lo demuestra los casi 5 GW de nueva potencia renovable que se pusieron en marcha en 2019). Además, tenemos infraestructura de generación que puede ser operada para aportar la flexibilidad que no aportan las renovables no gestionables, como los ciclos combinados, las grandes centrales hidráulicas y de bombeo, todo esto mientras, en paralelo, se pueden ir añadiendo elementos de almacenamiento al sistema tanto en las infraestructuras de transporte y distribución como en los puntos de consumo, “behind-the-meter” que tiene además la gran ventaja de aportar una eficiencia al sistema, reduciendo las pérdidas por transporte y transformación, o, permitir la gestión de la demanda de forma muy eficiente cuando hay agregadores.

Entre los beneficios que puede aportar el almacenamiento y para los cuales los mecanismos de mercado no dan una valoración adecuada para que se canalicen las inversiones están:  evitar costes adicionales de necesidad de nueva infraestructura de red de transporte, ajustar la curva de generación a la curva de demanda, robustez en la calidad del sistema con control de frecuencia con capacidad firme con respuesta flexible y ahorro de emisiones, en el que, para su correcta valoración con un mercado robusto de emisiones, aún debe de madurar y profesionalizarse más.

En definitiva, no debemos pensar si debemos mantener la nuclear hasta que las tecnologías de almacenamiento permitan el 100% de energías renovables, debemos trabajar en establecer el programa para posibilitar la consecución de los objetivos que ya estamos marcando en el PNIEC, con políticas y un sistema que permita el desarrollo e implantación de capacidad de almacenamiento para conseguir el cierre programado de las centrales nucleares y no considerar escenarios alternativos de alargamiento de su vida útil. Este objetivo es alcanzable con una planificación y una legislación adecuada, tal y como está pasando en la actualidad con la implantación de las renovables”.

Andrés Sandoval, Responsable de desarrollo de negocio de Enertis.

Ver respuestas anteriores:

Pedro Fresco, especialista en los mercados eléctrico y gasista españoles

The views and opinions expressed in this article are the author’s own, and do not necessarily reflect those held by pv magazine.

Este contenido está protegido por derechos de autor y no se puede reutilizar. Si desea cooperar con nosotros y desea reutilizar parte de nuestro contenido, contacte: editors@pv-magazine.com.