La ESMC pide a la UE replicar para la fotovoltaica el paquete de ayudas a la eólica

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La Comisión Europea lanzó este martes el llamado “paquete eólico”, un conjunto de medidas para reforzar la industria eólica europea que también incluye instrumentos como los “criterios de adjudicación de contratos sin precio” que, además, protegen a los fabricantes europeos de la competencia. Además, la Comisión quiere controlar específicamente si los países no europeos respetan las normas de comercio justo en este segmento.

Ahora, la Asociación Europea de Fabricantes Fotovoltaicos (ESMC) reclama un paquete comparable para el sector solar de la UE “en las actuales circunstancias críticas de exceso de oferta de módulos fotovoltaicos importados de China”. Rystad declaró a pv magazine recientemente que calcula que haya más 80 GW de módulos almacenados en la UE, y supone que podría haber 100 GW a finales de 2023. Entre las peticiones, la ESMC exige un marco jurídico para el desarrollo de 40 GW de capacidad de producción de aquí a 2030 a lo largo de toda la cadena de valor. Afirma que deberían derivarse objetivos anuales para el periodo comprendido entre 2025 y 2030. La ESMC también aboga por medidas de emergencia para evitar insolvencias.

La asociación aplaude expresamente los criterios de resiliencia para subastas y concursos públicos mencionados en la Ley de Industria Neta Cero. Sin embargo, las capacidades definidas para los módulos fotovoltaicos producidos en Europa tendrían que estar ahora respaldadas por decisiones –legislativas y no legislativas– para que los fabricantes europeos dispongan de un segmento de mercado claro para su producción.

En concreto, la ESMC aboga por tres medidas fundamentales:

  1. Garantizar la compra de productos fotovoltaicos fabricados en Europa: Los requisitos legales deberían reservar una parte del mercado a los productos nacionales, por ejemplo, empezando con un objetivo del 10-15% para 2025/2026, aumentando gradualmente hasta el objetivo del 40% o 40 GW de capacidad de producción para 2030.
  2. Garantizar la resiliencia de la cadena de suministro: Incluir puntos adicionales para los módulos producidos en Europa, teniendo en cuenta criterios de resiliencia y ASG. Esto debería incluir puntos de referencia anuales, mecanismos claramente definidos y un marco de aplicación vinculante para apoyar la cadena de valor europea.
  3. Prohibición de los productos fotovoltaicos producidos en condiciones de trabajo forzoso basada en la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur (UFLPA). La actual propuesta legislativa de la UE es un paso en la dirección correcta, según la ESMC. Pero incluso después de que se apruebe, su aplicación podría tardar al menos 18 meses, afirma la asociación.

La ESMC subraya que, en 2022, el déficit comercial de la UE con China en componentes fotovoltaicos ascendió a 25 000 millones de euros. “Es esencial un marco político integrado para abordar este déficit comercial, mejorar las capacidades de fabricación de energía solar fotovoltaica de la UE, reducir la dependencia de las tecnologías fotovoltaicas importadas y garantizar la consecución de los objetivos del Pacto Verde de la UE”, explican.

“Con una ayuda financiera anual de entre 4.700 y 6.400 millones de euros, la industria europea de fabricación fotovoltaica se compromete a crear al menos 30 GW de capacidades europeas de fabricación fotovoltaica a lo largo de toda la cadena de valor fotovoltaica, supeditada a la adopción de los hitos clave antes mencionados dentro del posible “paquete europeo de fabricación de energía solar fotovoltaica”.

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