“El hidrógeno necesita que haya muchas renovables y muy baratas”. Y viceversa

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El hidrógeno verde, considerado clave en la revolución energética y en la lucha contra el calentamiento global, se ha convertido en una prioridad para España y los países europeos, que, además, ahora, necesitan independizarse energéticamente de Rusia a toda máquina.

Desde el miércoles, 750 expertos de todo el mundo, asegura la organización, se reúnen en Madrid con motivo del Congreso Europeo del Hidrógeno 2022 (EHEC 22), organizado por Asociación Española del Hidrógeno (AeH2). En pv magazine entrevistamos a Javier Brey, presidente de la AeH2 y del EHEC 22, para que nos haga balance de la situación.

 

¿Puede resumirnos cuál es la situación del hidrógeno en España y qué necesitamos para avanzar?

Estamos en una situación buenísima en la carrera del hidrógeno. Por un lado, tenemos un potencial de conocimiento y tecnología en nuestras universidades, en nuestras empresas; por otro, tenemos una gran capacidad de producir energía renovable y por tanto una cantidad de hidrógeno verde y a muy buen precio, y, en tercer lugar, tenemos una posición geográfica fantástica para ser un hub, un concentrador de hidrógeno renovable, tanto importándolo del norte de África como exportando al norte de Europa.

Pero esas tres ventajas en la línea de salida de la carrera del hidrógeno tienen a su vez tres aspectos en los que necesitamos mejorar:

Necesitamos ser capaces de transferir esa tecnología desde los centros de investigación, desde las universidades, desde las pymes tecnológicas hacia las empresas. Hay que ponerla en valor y convertirnos en un país que fabrique equipos de hidrógeno. En segundo lugar, tenemos que empezar a construir grandes plantas. Cuanto antes empecemos antes reduciremos el coste de las mismas y del hidrógeno renovable producido.  En tercer lugar, necesitamos una infraestructura de transporte, de distribución y de almacenamiento de hidrógeno.

Es en esos tres aspectos en los que quiere profundizar el PERTE, lanzado por el gobierno el 14 de diciembre del año pasado: energías renovables, hidrógeno verde y almacenamiento energético.  Hay que incidir en medidas de apoyo que reduzcan las distancias que existen en estos aspectos.

 

Hay un problema evidente de suministros, un cuello de botella en la administración para poner en marcha las platas de energía renovable que hacen falta. ¿Cree que vamos a llegar a tiempo?

Soy una persona optimista. Lo soy porque miro a lo ocurrido en los últimos dos años y hay señales positivas. Veo una hoja de ruta española lanzada en 2020 y en ese mismo evento el gobierno prometía asignar 1.500 millones de euros al hidrógeno. En abril de 2021 se manda a Bruselas nuestra propuesta de distribución de los fondos europeos en la que está incluido, en la componente 9, con una asignación de 1.555 millones a proyectos de hidrógeno. Europa lo aprueba y el Gobierno español lanza el PERTE, que tiene un presupuesto total movilizado de casi 18.000 millones.

Si miramos hacia Europa, esta lanzaba en 2020 su Estrategia Europea del Hidrógeno; en 2021, la Alianza Europea por el Hidrógeno Limpio; en 2022, el Hydrogen Accelerator.

En la inauguración del Congreso Europeo del Hidrógeno 2022 la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, adelantaba vía videoconferencia el paquete de medidas orientado a reducir la dependencia energética de Europa frente a Rusia, para cambiar el gas de Rusia por hidrógeno verde producido en Europa.

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, adelantaba vía videoconferencia el paquete de medidas orientado a reducir la dependencia energética de Europa frente a Rusia

Imagen: Congreso Europeo del Hidrógeno 2022 (EHEC 22)

 

¿Cuándo de producirá hidrógeno a escala industrial?

El objetivo que hay, no sólo en España sino también en Europa, se establece el 2030 como punto de inflexión. Nuestro país en la mencionada Ruta del Hidrógeno estimaba que una cuarta parte del hidrógeno que utiliza la industria en España, unas 500.000 toneladas, deben ser sustituidas por hidrógeno renovable, es decir 125.000 toneladas. El año pasado, el paquete de medidas Fit for 55, establecía que, no el 25%, un 50% del hidrógeno industrial que se consume en Europa debe ser renovable para 2030. Esto se ha vuelto a ampliar hace unos meses con el Hydrogen Accelerator. Los objetivos no se están alargando o postergando o cumpliendo, se están aumentando y con ellos las medidas que los acompañan.

 

La presidenta de la Comisión Europea aseguraba que para 2030 el precio del hidrógeno debería estar en 1,8 euros el kilo en 2030. Hay quien asegura que puede estar por debajo de esa cifra.

La horquilla estará entre uno y dos euros por kilo para 2030, siempre considerando una producción a gran escala y a partir de energía de fuentes renovables. Pero siempre que se da una cifra, la que sea, hay que tener en cuenta que encierra un doble objetivo. Por un lado, la tecnología de la electrólisis, que sea más barata y más eficiente, y, por otro, las energías renovables, que haya más y más baratas.

Muchas veces se habla, creo que sin mucho fundamento, de la competición entre el hidrógeno y las energías renovables. No existe tal competición. El hidrógeno es una extensión del mercado de las energías renovables. La fotovoltaica, la eólica, son energías renovables eléctricas que tienen dificultades de gestión, que no llegan a todas partes.  El hidrógeno les brinda esa gestión y la oportunidad para que puedan llegar a todas partes.

A corto plazo alguien podría argumentar que hay una competición por en cuanto a presupuestos. Eso ocurre siempre cuando hay una distribución de presupuestos. Pero si miramos a medio y largo plazo, lo que hay es una simbiosis. Ese hidrógeno barato necesita que haya muchas energías renovables instaladas y muy baratas.

No se va a dar el hidrógeno verde, barato, a gran escala si no hay previamente esas instalaciones de energías renovables. Pero, atención, lo más seguro es que no haya esas instalaciones de energías renovables si no existe el hidrógeno.  Nadie va a invertir en grandes instalaciones si está expuesto a un curltaintment, por ejemplo, expuesto a que la red no lo soporte durante gran parte del año. El hidrógeno va a garantizar a los promotores y a los inversores de energías renovables que se puede recoger todo el excedente, o va a proponer un precio alternativo a la electricidad más atractivo para producir hidrógeno verde y venderlo.

 

Por ello, para hablar del precio del hidrógeno hay que desgranarlo en dos partes. Nadie duda de que del coste de las energías renovables, el precio va a ir bajando. Tenemos un PNIEC, que forma parte del Green Deal europeo, que va a instalar una gran cantidad de energía renovable en nuestro país.

Pero, además, hay nuevas instalaciones, que se suman a esas, únicamente para dedicarse a la producción de hidrógeno verde.

Por otra parte, tenemos los electrolizadores. La UE y todos los Estados miembros, incluida España, están poniendo deberes para la industria del hidrógeno para que incremente la fabricación, reduzca el coste y aumente la eficiencia. Hay indicadores para el 2024 y 2030 en los que se dice claramente por dónde deben ir las empresas que trabajan en hidrógeno si quieren contar con el apoyo de UE para continuar su desarrollo. Son deberes muy ambiciosos.

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