Proyecto pionero: Desalinización con fotovoltaica flotante en Canarias

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Existen regiones del mundo en el que las alternativas para obtener recursos básicos son limitadas. Canarias por ejemplo no puede suministrar la totalidad del agua para su población, industria y agricultura sin recurrir a técnicas como la desalación o desalinización. Asimismo a las Islas Afortunadas les sucede que pese a tener unas condiciones de insolación inmejorables, tienen limitaciones de terreno disponible para ubicar plantas solares de gran tamaño. La mezcla de alta densidad de población, orografía irregular, áreas naturales protegidas y dependencia del turismo hacen desaconsejable que se instalen plantas solares excesivamente grandes fuera de las cubiertas de edificios, o el mar.

Quizá por esto el proyecto que tratamos hoy tiene especial relevancia. Recientemente la empresa de tratamiento de aguas Emalsa, junto con el Instituto Tecnológico de Canarias ITC y la Universidad Europea de Canarias, publicó un estudio de fin de máster de la citada universidad sobre el diseño e integración de un sistema flotante fotovoltaico en la Planta Desaladora de Ósmosis Inversa ‘Las Palmas III’ de Gran Canaria.

El estudio denominado “Viabilidad técnico-termodinámica y diseño de un campo solar fotovoltaico flotante en la captación de agua de mar de la desaladora LAS PALMAS III – PIEDRA SANTA (LPGC)”, ha permitido dimensionar una planta solar de 1,53 MW sobre la lámina de agua de la balsa de captación de la planta desaladora. El proyecto tendría una inversión cercana a los 2 millones de euros. Los datos obtenidos incluyen la obtención de energía renovable cercana al 3% del consumo anual de la planta desaladora, la reducción de la huella de carbono en 1.900 toneladas de CO2/año y el ahorro del orden de 170.400 €/año en facturación energética.

Hallazgo y ahorro energético inesperado

Una de las conclusiones que ha obtenido el estudio aporta un hallazgo sorprendente. Al quedar cubierta la superficie de la balsa de agua con los paneles solares, se reduce la variación de la temperatura del agua de mar, evitando ajustes de operación. El efecto inmediato de cubrir la masa de agua es la mejora en la eficiencia del proceso de ósmosis inversa, al estabilizarse la temperatura del agua de mar durante todo el año. Los resultados del estudio termodinámico, que simulan la cobertura de la balsa de captación con la planta flotante, reflejan una estabilización en el gradiente térmico a lo largo del día y también una reducción de la temperatura del agua acumulada con respecto a la masa de agua entrante (hasta 0,32°C en los días de mayor irradiación y hasta 0,18°C cuando ésta es menor). Además, este efecto supone un beneficio al reducir el contenido en boro del agua desalada.

El proyecto se encuentra actualmente en la fase de estudio económico para poder abordar su posible ejecución en el medio plazo. Esta iniciativa es un ejemplo del enorme potencial que posee Canarias para la implantación de sistemas sostenibles en el binomio agua-energía. Confirma además a Canarias como territorio de referencia para el desarrollo de proyectos innovadores, exportables a otras regiones del mundo.

El ITER de Canarias se consolida como un centro de referencia para probar nuevas tecnologías que incluyen desalinización,  fotovoltaica en condiciones especiales o renovables marinas o flotantes.

Recientemente un consorcio europeo anunció la construcción de una planta fotovoltaica flotante en aguas marinas de Canarias que incluía al Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), en colaboración con Ocean Sun (Noruega), Innosea (Francia) y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).

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