Von der Leyen ha dado a conocer los cinco puntos que llevará al Consejo extraordinario de Transporte, Telecomunicaciones y Energía (TTE) en la Comisión Europea en Bruselas, convocado para pasado mañana a instancias de la presidencia checa de la Unión Europea.
Antes de describirlos, von der Leyen describió una situación “en la que vemos que la manipulación rusa de los mercados del gas tiene efectos indirectos en los mercados de la electricidad; ahora nos enfrentamos a precios astronómicos de la electricidad para los hogares y las empresas y a una enorme volatilidad del mercado”.
En esa línea detalló las cinco medidas “inmediatas” que propondrá la Comisión: Ahorro inteligente de electricidad; Tope a los ingresos de las empresas que producen electricidad con bajos costes; Contribución solidaria de parte de las empresas de combustibles fósiles; Apoyo a la liquidez de las empresas de servicios energéticos; Un tope de precios para el gas ruso.
En el primer caso, se trata de un ahorro obligatorio del consumo eléctrico de “al menos el 5% en las horas punta”, tal como ya se acordó meses atrás para el gas con el objetivo de reducir su consumo un 15% entre agosto y marzo de 2023.
En cuanto a las empresas que producen electricidad a bajo coste -las renovables y nucleares, entre ellas-, habrá un límite a los ingresos, una idea que había sido adelantada la semana pasada y de la que pv magazine dio más precisiones, y que tiene continuidad con el tercer punto: “lo mismo va, por supuesto, con el beneficio inesperado de las empresas de combustibles fósiles”, dijo la presidenta de la Comisión. Básicamente, se trataría de un impuesto “solidario”.
El cuarto punto se refiere a las empresas de servicios energéticos que deben ser apoyadas para poder hacer frente a la volatilidad de los mercados. “Por lo tanto, ayudaremos a facilitar el apoyo a la liquidez por parte de los Estados miembros a las empresas de energía”, aseguró.
Finalmente, el quinto y último punto así lo expresó: “Al principio de la guerra, el gas de los gasoductos rusos representaba el 40% de todo el gas importado. Hoy se ha reducido a sólo el 9% de nuestras importaciones de gas”.
“Pretendemos -continuó- reducir el coste del gas y, por lo tanto, propondremos un tope de precios para el gas ruso. Por supuesto, su objetivo es muy claro, debemos reducir los ingresos de Rusia que Putin utiliza para financiar su atroz guerra en Ucrania”.
Sobre el final, la presidenta de la Comisión Europea quiso ser sincera pero también dar esperanza: “Son tiempos difíciles y no se acabarán pronto, pero si mostramos la solidaridad, la unidad, y tenemos la determinación para ello y la fuerza económica, si tenemos la voluntad política, estoy profundamente convencida de que venceremos”.
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