Cataluña crea la primera instrucción técnica para agrovoltaica de España y lanza varios pilotos

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El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural (DACC) de la Generalitat de Catalunya ha puesto a disposición del sector agrario una instrucción técnica que establece los criterios para hacer compatible la generación de energía agrovoltaica en terrenos agrícolas. Se trata de la primera definición oficial de agrovoltaica llevada a cabo en España, donde aún no hay consenso nacional para definir esta actividad como sí sucede en Alemania, Francia o Italia.

“La agrovoltaica es un sistema de explotación mixto que combina lo agrario y lo eléctrico en una misma extensión”, afirma la instrucción desarrollada por la Dirección General de Agricultura y Ganadería. Esta fija fija unos criterios generales y unos criterios específicos relacionados con el uso del suelo, el rendimiento de los cultivos y las diferentes tipologías de sistemas de apoyo que han de tener estas instalaciones.

De esta manera, la normativa establece que es obligatorio mantener la actividad agrícola durante toda la duración del proyecto agrovoltaico. En concreto, se ha de garantizar que el rendimiento del cultivo agrícola en la superficie total del proyecto después de la construcción de la instalación agrovoltaica siga siendo como mínimo el 60% del rendimiento total. De la misma manera, no se pueden llevar a cabo instalaciones que alteren la estructura natural del suelo ni hormigonado para evitar la compactación y degradación del suelo agrícola, excepto en los centros de transformación.

Además, la instrucción apunta también que, según el modelo de soporte de las placas fotovoltaicas, que puede ser elevado o bajo, la pérdida de superficie utilizable para la agricultura a causa de estructuras, subestructuras, franjas de seguridad, edificaciones, viales de mantenimiento y accesos no podrá superar el 15% o el 20% de la superficie total ocupada por proyecto agrovoltaico.

Proyectos piloto

En paralelo, el IRTA (Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries) ha desarrollado el primer proyecto piloto de fotovoltaica en frutales de Catalunya, que tiene un coste de 813.389 €, estará financiado con el Fons Climàtic y tendrá una duración de 5 años.

Combina frutales y una estructura metálica con paneles fotovoltaicos diseñada no solo para generar electricidad, sino también para proteger los árboles.

En concreto, se han desarrollado dos plantaciones que ocupan 2.880 m2 en Mollerussa (Lleida). En total, y entre todas las instalaciones, se han instalado 322 paneles fotovoltaicos con una producción energética máxima de 165 kW en dos plantaciones de manzanos, (una de Gala y otra de Golden).

En ella se prueban dos tipos de instalaciones solares: una con paneles traslúcidos que permiten el paso de la luz solar y otra con placas fotovoltaicas móviles, cuya orientación varía para dosificar la luz que reciben los árboles. En total, se han colocado un total 322 paneles fotovoltaicos, a una altura de entre 4,5 y 5,5 m.

En el proyecto se estudiará cómo afecta la sombra que proyectan los paneles solares a la humedad del suelo y la producción de la fruta.

A esta instalación se suman proyectos para otras dos, ambas en tramitación en la comarca del Urgell, mientras que la Generalitat ha establecido normas para regular futuras instalaciones de este tipo.

También en Cataluña se aprobó en septiembre una planta agrovoltaica de 0,9 MW donde el cultivo de manzana será la principal actividad.

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