La ESIA pide estas diez medidas inmediatas para reactivar la industria solar europea

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De pv magazine Alemania

Hace algún tiempo, parecía que la industria solar en Europa iba a experimentar un renacimiento. Entretanto, las tornas han cambiado. Cada vez se cierran más instalaciones de producción de módulos o se cierran por completo, por ejemplo, en Alemania. No se construyen nuevas fábricas, sobre todo a escala de gigavatios.

Sin embargo, hay objetivos ambiciosos, por un lado de la Comisión Europea, que quiere alcanzar una cuota del 40% de módulos solares producidos en Europa en licitaciones para 2030. Por otro, la Alianza Europea de la Industria Solar Fotovoltaica (ESIA) formuló recientemente el objetivo de crear capacidades de producción de 30 GW a lo largo de la cadena de valor fotovoltaica en Europa para 2025. Ahora se han dirigido al público con un llamamiento a favor de 10 medidas clave que deben aplicarse de inmediato para que la industria solar en Europa pueda reconstruirse después de todo.

Combinación inteligente de ayudas al capex y al opex

“Es necesario un apoyo financiero temporal a través de instrumentos europeos y nacionales” para lograr una velocidad suficiente en el desarrollo de las capacidades de producción fotovoltaica. Este apoyo debería prestarse a través de instrumentos europeos y nacionales, para lo cual habría que utilizar sobre todo los instrumentos existentes, prosigue ESIA. “Este apoyo financiero debería consistir en una mezcla inteligente de apoyo capex y opex. Estimamos que se necesita temporalmente un total de 18.000 a 24.000 millones de euros en apoyo capex y una cantidad anual de 4.000 a 6.000 millones de euros en apoyo opex para alcanzar el objetivo de la ESIA.”

La primera medida inmediata necesaria es la aplicación del Marco Temporal de Crisis y Transición (MTCT) para las ayudas estatales en los Estados miembros. La Comisión de la UE debe examinar si las condiciones deben adaptarse y si los requisitos pueden ampliarse hasta 2027. En segundo lugar, la ESIA está a favor de un apoyo privilegiado a los proyectos de producción fotovoltaica a través de los ingresos del Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS) para el periodo 2024-2024. Según la ESIA, los ingresos de los estados miembros procedentes del comercio de certificados ascenderán a 30.000 millones de euros en 2022, que los gobiernos nacionales tendrán a su disposición para inversiones en tecnologías renovables, de eficiencia energética o bajas en carbono.

La tercera medida prevé la aportación de mil millones de euros del Fondo de Innovación de la UE. Esto debería apoyar el desarrollo de 20 GW de producción fotovoltaica – comparable al apoyo capex-opex, y al mismo tiempo recompensar a los mejores fabricantes en términos de rendimiento y contenido local. La ESIA también quiere asociarse con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para desencadenar 15.000 millones de euros de inversión en nueva producción fotovoltaica de aquí a 2027.

La ESIA considera la creación de una Academia Solar Europea como quinto elemento clave, en la que se formará a unas 100.000 personas para la cadena de valor fotovoltaica de aquí a finales de 2025. La alianza parte de la base de que no habrá suficiente mano de obra cualificada disponible para la industria solar a corto y medio plazo. Además de la academia dirigida por la UE, deberían canalizarse fondos públicos hacia programas de formación, ya que el objetivo de la ESIA podría crear unos 400.000 puestos de trabajo directos o indirectos en la industria solar.

Capitalizar el “Made in Europe”

La ESIA también pide que se capitalice el valor de marca de “Made in Europe”. Debe servir para atraer inversores que también estén dispuestos a pagar “una pequeña prima” por los módulos solares fabricados en Europa. Además, debería existir una “Carta Solar” análoga a la recientemente adoptada “Carta Eólica”. Esto promovería el compromiso voluntario de los compradores privados y públicos de utilizar módulos solares procedentes de la producción fotovoltaica europea. Esto sería útil para alcanzar el objetivo de un volumen total de 30 gigavatios anuales para 2030.

La ESIA también cree que la “introducción de condiciones independientes del precio para nivelar el terreno de juego” es otra área que debe abordarse de inmediato. Para ello, la sostenibilidad, la trazabilidad y la economía circular deben situarse en el centro del mercado interior de la UE Es “la mejor manera de recompensar a los actores más sostenibles (independientemente de dónde tenga lugar la producción) y, al mismo tiempo, reforzar la ventaja competitiva de los fabricantes europeos”, según ESIA. En primer lugar, deben definirse y aplicarse normas medioambientales y sociales estrictas. Las estrictas normas de sostenibilidad podrían materializarse a través de los requisitos de diseño ecológico.

Como novena medida, la ESIA reclama la “definición y aplicación de criterios ambiciosos de sostenibilidad y resiliencia en la contratación pública y las subastas, como en la Ley de Industria Neta Cero (NZIA)”, que deberían entrar en vigor lo antes posible, incluso antes de que entre en vigor la Ley de Industria Zero (NZIA).

Como décima acción, la ESIA también propone la creación de un certificado digital de producto, el llamado pasaporte fotovoltaico, que debería aumentar la transparencia y la trazabilidad de los productos fotovoltaicos en el mercado europeo.

 

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