Anpier: “Las macroplantas deben ser la excepción”

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El ardal, inaugurado esta semana en Yecla, Murcia, es un parque fotovoltaico situado a 650 m sobre el nivel del mar, con 2 MW de potencia. El presidente de Anpier (Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica), Miguel Ángel Martínez-Aroca, ha querido entrar en detalle con pv magazine  y explicar la originalidad de este primer proyecto “social”. Asegura que “se trata del primer proyecto social, distribuido en la propiedad, que se construye en España. Su objetivo principal ha sido hacer una inversión ética para producir energía limpia sostenible y cuya propiedad no caiga en manos de grandes empresas o fondos de inversión extranjeros”.

El panel elegido ha sido Canadian Solar, el inversor ha sido Power Electronics, de fabricación española, en Valencia, y el resto de los componentes se han adquirido a empresas locales. La estructura es fija con cuatro paneles en horizontal. Producirán 3.500 MW/año que abastecerán de energía limpia a 930 hogares.

La propiedad se ha organizado en una sociedad limitada mercantil en la que se ha dado entrada mediante la compra de participaciones sociales a 70 familias, pymes, autónomos, todos españoles. El coste total de ejecución del proyecto, terrenos en propiedad incluidos, ha sido de 1.600.000 euros. El retorno a la inversión se calcula en torno a 14-15 años y una rentabilidad esperada entre el 4-6%. Dependiendo del precio de la electricidad en mercado.

“No tenemos PPA, no estamos acogidos a subasta y vamos directamente a mercado. No hay financiación, todo ha sido pagado con recursos propios de los socios intervinientes en el proceso”, indica Martínez-Aroca.

Parte de la generación de renovables en manos autóctonas

Desde la organización subrayan que al promover este tipo de instalaciones de comunidades energéticas locales, que Anpier denomina “sociales”, no se oponen a otro tipo de instalaciones, ni a la presencia de fondos de inversión, ni a extranjeros. “Esta tipología de proyectos es así. Desde la Unión Europea se viene demandando insistentemente que una parte de la generación energética renovables quede en mano de compañías nacionales y autóctonas. Nuestra idea es que una parte de ese activo generador que es el sol que luce en España esté en manos de pequeñas empresas y familias españolas. No es que estemos en contra de otros grandes proyectos o que participen fondos de inversión, pero en esta tipología preferimos que sean inversores 100% nacionales, autóctonos, cuanto más cercanos al proyecto mejor. Las 70 familias, de hecho, son de la región de Murcia, Albacete y Alicante”.

Este proyecto, después de un rechazo inicial por parte de parte de la población, cuenta con el respaldo de varias organizaciones ecologistas que ayudaron a escoger la mejor ubicación con menos impacto medioambiental, aseguran desde Anpier, para evitar la oposición ciudadana.

No hay que olvidar que Yecla decretó una moratoria de un año que paraliza las licencias para nuevas instalaciones sociales. El Ayuntamiento murciano aclaró hace unos días a pv magazine que el proyecto social promovido por Anpier es anterior a esta suspensión.

Desde Anpier quieren hacer una “crítica en positivo” a esta disposición municipal que, indican, viene originada por dos macroplantas, de 300 MW cada una, que quieren instalar en el municipio. “Ha provocado un revuelo vecinal y de asociaciones ecologistas y el ayuntamiento se ha visto abocado a la paralización de todos los proyectos en su conjunto. Pero esto causa un daño enorme al conjunto de los proyectos. El 80% de ellos son inferiores a 5 MW, son proyectos que no tienen el músculo para poder esperar. Pueden tener serios problemas a la hora de llegar a tiempo en la construcción del parque, se pueden ver afectados por la ejecución de avales prevista en la legislación española y les impida finalmente ejecutar el proyecto”.

El presidente de Anpier indica que lo deseable hubiera sido que la moratoria no hubiera sido efectiva para proyectos inferiores a 5 MW. “Nosotros pedimos insistentemente que se controle de una manera más exhaustiva, y la excepción sea la construcción de macroplantas solares. No puede ser la norma general. Las administraciones implicadas en la tramitación de esas macroplantas deben ser muy duras. Los proyectos más pequeños, que suponen un menor impacto paisajístico y medioambiental deben tener prioriodad en su tramitación, construcción y puesta en funcionamiento”.

La prueba

Martínez-Aroca asegura que la enorme subida de los precios de la electricidad va a beneficiar la percepción de la energía fotovoltaica ante la ciudadanía, “van a mirar con mejores ojos, como generadora de una parte de la energía que necesitan en los hogares y las empresas” y se felicita ,y anima a la ciudadanía, porque esto va a “beneficiar, sin duda alguna, al desarrollo del autoconsumo.

En cuanto a la construcción de parques solares, Martínez-Aroca también considera que se van a beneficiar porque puede generar la energía más barata que existe en la actualidad a precios por debajo de 30 €/MW.

 

“De hecho, nuestro parque tiene un PPA con Holaluz para entregarle la energía a dicha comercializadora a 50 €/MWh. Esto supone que la comercializadora se beneficia de la compra de generación energética cuatro veces por debajo del precio de mercado actual. La fotovoltaica se presenta como un activo muy importante frente a la ciudadanía para demostrar que podemos abaratar el coste de la energía”, concluye.

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