La bomba de calor supone en España un ahorro del 50% a lo largo de su vida útil frente a una caldera convencional

En nuestro país, las ventas de bombas de calor en 2022 crecieron más de un 20% respecto al año anterior, mientras que las ventas mundiales de bombas de calor solo aumentaron un 11% en 2022, según la AIE. Sin embargo, el mercado español de la calefacción sigue dominado por las calderas de combustibles fósiles, con unos 8,5 millones de calderas de gas y gasóleo en uso.

Las bombas de calor se convertirán en opciones muy competitivas para los consumidores, ya que su funcionamiento es, por término medio, casi un 50% más barato a lo largo de su vida útil que el de una caldera de gas en España. Un estudio llevado a cabo la Asociación Europea de bombas de Calor (EHPA) con datos de Cambridge Econometrics muestra. además, que una transición acelerada a las bombas de calor impulsaría la economía española, lo que supondría un aumento del 2,3% del PIB anual en 2030 en comparación con la situación actual. Podrían crearse más de 250.000 empleos netos adicionales de aquí a 2030, principalmente en el sector servicios (160.000).

La transición a viviendas más eficientes y a bombas de calor también mejorará la seguridad energética de España. La demanda de gas y petróleo en los edificios podría reducirse en torno a un 35% en 2030, en comparación con 2022.

Como resultado, España podría reducir su gasto en importaciones de energía en 2.000 millones de euros de aquí a 2030, de los cuales 1.000 millones proceden del ahorro en importaciones de gas.

Los consumidores también se benefician de la transición a edificios más eficientes y bombas de calor, incluida una reducción de más del 14% en las facturas de calefacción, en comparación con el escenario sin cambios.

En España, los programas de incentivos incluyen subvenciones para edificios conectados a calefacción urbana que utilicen exclusivamente bombas de calor en el centro de energía. La subvención es de 2.070 euros/kW y de hasta el 70% de la inversión para edificios nuevos en comunidades energéticas sin ánimo de lucro, como ya adelantó pv magazine en un artículo.

“Con las políticas adoptadas. a día de hoy, las emisiones de CO2 sólo se reducirán un 11% en 2030, en comparación con 2022”, dicen los autores del informe. Pero para cumplir los objetivos climáticos de la UE, el despliegue de bombas de calor tendrán que triplicarse como mínimo hasta 2030.

Como parte del plan REPowerEU, la Comisión Europea está trabajando en una revisión de su política de productos (diseño ecológico y etiquetado energético) para poner fin a la venta de calderas autónomas de combustibles fósiles a partir de 2029.

Garantizar que haya suficientes trabajadores cualificados en cada parte del proceso de las bombas de calor, desde la fabricación hasta la planificación y la instalación, es un obstáculo que requerirá una atención específica. Los autores del estudio proponen la creación de una asociación de la UE para la capacitación en materia de bombas de calor, lo que podría facilitar la creación de empleo y las trayectorias profesionales en Europa, promover el desarrollo de las cualificaciones e implicar a las autoridades nacionales y a las instituciones educativas y de formación pertinentes.