“Números excelentes y muchas incertidumbres”– concluye el IX Foro Solar, el más exitoso de su historia

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La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha celebrado un año más el Foro Solar, que en su novena edición ha reunido a más de 1.100 asistentes. Una agenda trepidante y una audiencia ávida y a rebosar: la ausencia de tres personalidades anunciadas –el evento iba a ser inaugurado por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera; seguidamente intervendría Kadri Simson, comisaria europea de Energía; y estaba prevista la participación del presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo– no ha sido obstáculo para que el programa –y los pasillos– abordaran cuestiones fundamentales.

Resulta evidente que el sector está viviendo un momento excelente: esta misma semana, UNEF daba a conocer en su informe anual que 2021 fue el segundo mejor año para la solar en España: la potencia instalada de los proyectos en suelo de energía solar alcanzó los 3,5 GWp (un aumento del 21% frente a 2020) y el autoconsumo los 1.203 MWh en 2021 (creció un 102% frente al año anterior), y lideró las tecnologías de generación –incluidas no renovables– instaladas en todo el mundo.

Además, se suceden importantes avances, muchos de ellos impulsados desde la Asociación, que hacen prever un futuro aún más brillante: desde la eliminación en casi todas las comunidades autónomas del permiso de obras para instalaciones de autoconsumo–que este año se calcula que superará los 2 GW– hasta las medidas anunciadas en el Foro por Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía. Aagesen, encargada de inaugurar el Foro, ha adelantado la ampliación de la distancia para el autoconsumo a través de la red –sin concretar los datos, pero ahora el límite es de 500 m–, el lanzamiento de nuevas líneas de ayudas para comunidades energéticas (con un presupuesto de 30 millones de euros), almacenamiento e hibridación; y reiteró la intención del Gobierno de liderar un Proyecto de Interés Comunitario (IPCEI) fotovoltaico en Europa, con la creación de un gigafactoría de módulos solares en España, que ya adelantó pv magazine en mayo.

El proyecto requeriría una inversión cercana a los 1.000 millones de euros y cuenta con el respaldo de un grupo de empresas tanto españolas como alemanas. El segundo día, el Foro fue inaugurado por Joan Groizard, director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), quien retomó el tema de la fabricación nacional. Afirmó en su intervención que se estudiará la capacidad de fabricación y la capacidad de demanda en nuestro país. En ese sentido, si el resultado es propicio,  “si no lo conseguimos en el marco IPCEI, el Gobierno lo va a hacer igualmente”, explicó, en referencia a impulsar la fabricación en España del 35% restante de la cadena de valor fotovoltaica; esto es, módulos, células, silicio. “España exporta cadena de valor fotovoltaica por valor de 3.000 millones de euros anuales, más que sectores como el vino o el aceite”, declaró Groizard, que habló de cadenas de suministró “fiables y confiables”. En ese sentido, preguntó: “¿Está garantizada la bancabilidad de nuestro proyecto si estalla un escándalo de trabajo infantil o de vulneración de derechos humanos?”.

 

Muchos retos sin respuesta (aún) a la vista

Además de celebrar merecidamente los avances, es importante resaltar lo que queda por mejorar desde la responsabilidad de cada parte: administraciones públicas, empresas y sociedad civil.

Entre los temas más mencionados, tanto en los debates como en los pasillos del Foro, se cuentan la falta de estabilidad regulatoria y de personal –mayoritariamente, instaladores–, los problemas de suministro, los retrasos en los permisos y en la regulación del almacenamiento (que no solo retrasa su implantación, sino que agudiza el miedo a un curtailment o vertido importante a corto plazo), la oposición social a algunos proyectos, el aumento de los tipos de financiación que podría hacer peligrar el desarrollo de proyectos, las elecciones a la vuelta de la esquina y la dependencia de productos fabricados fuera de Europa.

En este sentido, como ya se ha expuesto, el Gobierno quiere traer a España la fabricación de módulos fotovoltaicos. Pero, ¿estamos dispuestos a pagar un sobrecoste del 5, 10 o 15% por un módulo made in Spain frente a uno de Asia? La pregunta la formuló Gaëtan Masson, Director y Co-Fundador de Becquerel Institute, y la repetimos durante el Foro desde pv magazine a promotores y desarrolladores, con el mismo resultado: un claro no. “Si no se consigue que el producto tenga el mismo precio que un módulo de idéntica calidad fabricado en Asia, el proyecto no va a prosperar”, han dicho a este medio los encuestados.

Beatriz Corredor, presidenta de REDEIA insistió en su presentación en la necesidad de acelerar la descarbonización del sistema eléctrico español para garantizar la seguridad energética de país a la vez que se frena la emergencia climática. “En los últimos 5 años, la fotovoltaica ha triplicado su potencia instalada, dejando de ser la gran promesa del sistema eléctrico para convertirse en la protagonista de su transformación hacia un modelo basado en energía limpia”, dijo la presidenta de REDEIA. Pero más del 85% de la capacidad que han logrado luz verde para el acceso a la red sigue a la espera de otras acreditaciones. Solo 20 GW de un total de 140 GW con permiso de acceso concedidos han obtenido la declaración de impacto ambiental (DIA) y otros permisos como la autorización administrativa previa y de construcción.

Por otro lado, se despiertan miedos del pasado: el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, consejero de Hacienda en la Junta de Andalucía, acudió al Foro en sustitución de Alberto Núñez Feijóo. Bravo insistió en la necesidad de un “acuerdo de Estado en materia de energía”, y a la pregunta de Daniel Pérez, portavoz de UNEF en Cataluña, de “¿nos puede asegurar que no volveremos al impuesto al Sol?”, Bravo respondió: “Lo que tengamos que hacer, lo tenemos que hacer conjuntamente”.

Durante la clausura del evento, el Director General de UNEF, José Donoso, recalcó que el futuro del sector pasa por conseguir una ciudadanía involucrada en la transición energética. “Es fundamental que los proyectos de energía solar se planteen teniendo en cuenta la total integración con el entorno y la ciudadanía, con el respeto mutuo como bandera. Que la transición energética sea un éxito y que nuestro país se beneficie de todo lo que tiene que ofrecernos, depende de ello”, concluyó.

 

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