Modo de crisis permanente y precios al alza para todos los componentes fotovoltaicos, sin fin a la vista

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¿Qué le pasa al mundo, qué nos pasa a los humanos? Al parecer, no nos basta con hacer frente a una sola emergencia mundial, sino que necesitamos dos, no; ¡tres, tres crisis al mismo tiempo! Como si la crisis climática que se avecina no fuera suficiente desafío, y no bastara con que la crisis provocada por la pandemia nos tenga aún en ascuas, ahora, desde hace semanas, una nueva crisis mundial en Ucrania afecta a nuestra vida cotidiana y a los mercados internacionales.

Entretanto, resulta casi imposible hacer previsiones, incluso razonablemente fiables, sobre la evolución futura de los precios de los módulos y las materias primas, las disponibilidades y el funcionamiento de las cadenas de suministro. Basándose en la información disponible, solo cabe suponer que ésta tenderá a deteriorarse y que, por tanto, los precios subirán inevitablemente. Al fin y al cabo, una cosa es muy cierta: necesitamos cada vez más energías renovables, por lo que la demanda no disminuirá, sino que aumentará continuamente. Sin embargo, nadie puede asegurar por el momento cómo se podrá satisfacer esta creciente demanda en el futuro.

Debido a la actual pandemia, pero aún más desde la invasión del ejército ruso en Ucrania, faltan hasta 100.000 camioneros en Europa, la mayoría de los cuales proceden de Europa del Este. Además, los precios del gasóleo se están disparando, por lo que, tras la multiplicación de los costes del transporte marítimo, ahora también se encarece el transporte terrestre. El continuo aumento de los precios del transporte y la energía seguirá influyendo en los costes de las instalaciones fotovoltaicas al menos hasta finales de 2022. Además, los precios del polisilicio ya están subiendo de nuevo, lo que también tendrá un impacto negativo en el precio de los módulos solares a medio plazo. Para empeorar las cosas, las incidencias en Asia están aumentando más rápido que nunca. Para seguir siendo fiel a su estrategia de “Covid cero”, China vuelve a confinar ciudades importantes y zonas económicas especiales enteras y a enviarlas a un cierre temporal. Si se confirman los rumores de medidas a nivel nacional, esto volverá a paralizar los flujos de suministro mundial de muchos productos tecnológicos.

Si se cumplen estas sombrías previsiones y el conflicto ucraniano no llega a su fin rápidamente, nos dirigimos a importantes cuellos de botella no sólo para las células y los módulos, sino también para los inversores, los sistemas de almacenamiento y las subestructuras. A mediados de año, a más tardar, es probable que sea sobre todo la relación entre la oferta y la demanda la que influya en los precios. Dada la actual incertidumbre provocada por las crisis de Corona y Europa del Este, las previsiones solo pueden ser muy vagas en general. Sin embargo, desde la perspectiva actual, parece imposible que la situación mejore rápidamente y que esto detenga el aumento de precios de casi todos los componentes necesarios para la construcción de sistemas fotovoltaicos.

¿Qué hay que hacer para estar preparado para la situación prevista del mercado?

La situación del suministro ha sido bastante buena hasta ahora, al menos en lo que respecta a los módulos solares, pero el año es aún joven y la primavera está a la vuelta de la esquina. Como es probable que la disponibilidad se deteriore rápidamente, todos los jugadores harían bien en abastecerse del material necesario con antelación. Las cosas ya parecen mucho más dramáticas para algunos tipos de inversores y en el segmento de almacenamiento de energía. A menudo, los productos o accesorios individuales solo están disponibles con un plazo de entrega de cuatro a seis meses. Aquí, todo instalador debe comprobar si puede cambiar a productos alternativos. También es necesario un replanteamiento de los tipos y tamaños de módulos habituales, ya que los formatos más pequeños y manejables ya no son ofrecidos por muchos fabricantes por razones de economía. Aquellos que tengan que implementar pedidos antiguos y los planifiquen con módulos de menor formato tendrán grandes problemas para encontrar productos adecuados y, por lo tanto, deberían considerar si un rediseño completo con formatos actuales y valores eléctricos modificados no es la alternativa más sensata. No obstante, hay que tener en cuenta que, incluso en el caso de muchos productos estándar, es posible que se produzcan retrasos drásticos en la entrega en el transcurso de las próximas semanas y meses.

El hecho es que tres crisis son definitivamente demasiadas obras a la vez. Uno no querría estar en la piel de los políticos responsables de estos días. No hay tiempo suficiente para ocuparse de la solución de un solo problema, porque se abren dos nuevos abismos. No obstante, un llamamiento urgente a la política exterior y sanitaria: hagan su trabajo y asegúrense de que podamos volver a llevar una vida medianamente normal sin guerras ni pandemias. Ahora debemos concentrarnos por fin en hacer frente a la crisis aún más amenazante que supone el cambio climático, que avanza cada vez más rápido. Como comentaron acertadamente el presentador Markus Lanz y el filósofo Richard David Precht en su podcast (en alemán): Nuestros hijos deben pensar que somos completamente incompetentes y desquiciados por dejar que esto llegue tan lejos. Más vergonzoso aún es que sigamos luchando entre nosotros en lugar de darnos cuenta de que todos estamos en el mismo barco y que sólo podemos frenar el cambio climático uniendo nuestras fuerzas.

Visión general de los puntos de precio diferenciados por tecnología en marzo de 2022, incluidos los cambios respecto al mes anterior (a 15.03.2022):

 

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