Un tercio de la capacidad de fabricación fotovoltaica mundial está en riesgo de quiebra, según la AIE

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En la última década, la capacidad mundial de fabricación de paneles solares ha salido de Europa, Japón y Estados Unidos y se ha trasladado a China, que ha tomado la delantera en cuanto a inversión e innovación. Según el informe especial sobre las cadenas de suministro globales de la energía solar fotovoltaica publicado hoy por la Agencia Internacional de la Energía (IEA Special Report on Solar PV Global Supply Chains), la cuota de China en todas las fases clave de fabricación de paneles solares supera el 80% en la actualidad, y en el caso de los elementos clave, como el polisilicio y las obleas, está previsto que aumente a más del 95% en los próximos años, según la capacidad de fabricación actual en construcción.

La Agencia afirma que más del 30% de las empresas integradas que operan en el negocio de la fabricación de módulos solares en todo el mundo tienen un riesgo medio o alto de quiebra.

 

Riesgos de quiebra de las empresas de polisilicio y las empresas integradas por cuota de mercado, 2015-2021.
Fuente y gráfico: Agencia Internacional de la Energía

 

“El mundo necesita cadenas de suministro de paneles solares más diversas para garantizar una transición segura hacia las emisiones netas cero”, afirma la AIE en informe, en el que destaca que el 15% de estos fabricantes están en alto riesgo de quiebra y que en 2018 su cuota se situó en torno al 28%. En cuanto a los proveedores de polisilicio, alrededor del 11% de ellos se encuentran actualmente en alto riesgo de quiebra, mientras que se estima que otro 49% tiene un riesgo medio. “Debido a los altos precios del polisilicio, el riesgo de quiebra de las empresas de polisilicio se redujo considerablemente en 2021”, se lee en el informe. “Sin embargo, una vuelta a los precios bajos del polisilicio podría revertir este cambio”.

Según los expertos de la AIE, el apoyo que el gobierno chino está concediendo a los fabricantes de polisilicio en forma de financiación y subvenciones hace que este segmento de mercado sea especialmente vulnerable desde el punto de vista financiero. “Por ejemplo, la mayor empresa de polisilicio registró pérdidas netas entre 2018 y 2020 a pesar del apoyo del gobierno”, afirman sin nombrar al productor. “Desde el punto de vista de la seguridad del suministro, los malos resultados financieros constantes dentro y a lo largo de la cadena de valor de la energía solar fotovoltaica refuerzan la vulnerabilidad de la cadena de suministro a las quiebras y a la falta de inversión, lo que puede reducir su resistencia, aumentar los precios y limitar el despliegue fotovoltaico.”

La agencia advirtió sobre los posibles cambios en las regulaciones de las subvenciones para la industria fotovoltaica en China, afirmando que estos pueden conducir a mayores riesgos de quiebra, incluso para los fabricantes más competitivos. “Si las empresas competitivas quiebran, esto podría provocar un aumento de precios más amplio e impactos en la oferta, además de la pérdida de la subvención”, dice el informe.

El documento también describe minuciosamente las principales vulnerabilidades de la cadena de suministro mundial de energía fotovoltaica, al tiempo que subraya la necesidad de una amplia diversificación geográfica de la industria. “China ha contribuido a reducir los costes de la energía solar fotovoltaica en todo el mundo, con múltiples beneficios para las transiciones hacia la energía limpia”, subrayan los analistas de la AIE. “Al mismo tiempo, el nivel de concentración geográfica en las cadenas de suministro mundiales también crea desafíos potenciales que los gobiernos deben abordar”.

Según sus estimaciones, el mundo dependerá casi por completo de China para la producción de paneles solares hasta 2025. “Basándose en la capacidad de fabricación en construcción, la cuota de China en la producción mundial de polisilicio, lingotes y obleas alcanzará pronto casi el 95%”, señalan. La provincia china de Xinjiang representa actualmente el 40% de la fabricación mundial de polisilicio, señala el informe. “Este nivel de concentración en cualquier cadena de suministro mundial representaría una vulnerabilidad considerable; la energía solar fotovoltaica no es una excepción”.

Esperanza para la fabricación en Europa

También se ha calculado las emisiones de CO2 derivadas del transporte de módulos y se señala el hecho de que los procesos de fabricación de materiales en Asia, eltrointensivos, están alimentdados mayoritariamente por carbón.

La Agencia añade que para cumplir con el despliegue mundial de la energía solar fotovoltaica es indispensable una importante expansión adicional de la capacidad de fabricación, lo que plantea la preocupación por la capacidad del mundo para desarrollar rápidamente cadenas de suministro resistentes. La capacidad de producción mundial de los componentes clave de los paneles solares -polisilicio, lingotes, obleas, células y módulos- tendría que duplicarse con creces de aquí a 2030 con respecto a los niveles actuales y habría que modernizar las instalaciones de producción existentes.

Dado que la diversificación es una de las estrategias clave para reducir los riesgos de la cadena de suministro en todo el mundo, el informe especial evalúa las oportunidades y los retos del desarrollo de las cadenas de suministro de energía solar fotovoltaica en términos de creación de empleo, requisitos de inversión, costes de fabricación, emisiones y reciclaje. El estudio concluye que las nuevas instalaciones de fabricación de energía solar fotovoltaica a lo largo de la cadena de suministro mundial podrían atraer una inversión de 120.000 millones de dólares para 2030. Y el sector de la energía solar fotovoltaica tiene el potencial de duplicar el número de puestos de trabajo en la fabricación de energía fotovoltaica hasta un millón para 2030, con las áreas más intensivas en empleo en la fabricación de módulos y células.

Para lograrlo, es necesario diversificar la fabricación y el suministro de materias primas, lo que requiere que la diversificación de la cadena de suministro de la energía solar fotovoltaica sea una prioridad en la agenda política como parte integral del avance de las transiciones hacia la energía limpia; así como facilitar la inversión en la fabricación, por ejemplo, mediante políticas financieras y fiscales, y otras medidas para reducir el riesgo de la inversión en la fabricación fotovoltaica.

También se anima a promover la innovación tecnológica en los procesos de fabricación que reduzcan la intensidad de los materiales, especialmente en el caso de minerales críticos como la plata y el cobre. Finalmente, se señala la importancia de desarrollar y reforzar las capacidades de reciclaje.

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