La fotovoltaica digitalizada y con capacidad de respuesta, motor de la evolución de la red y el mercado

La energía solar fotovoltaica es una tecnología clave para lograr la seguridad energética, la independencia y la resiliencia en la transición energética de los combustibles fósiles a las energías renovables, especialmente desde que la guerra en Ucrania ha acelerado la electrificación de la calefacción y la refrigeración y el despliegue de la energía fotovoltaica para el autoconsumo en las industrias. En 2022, la energía solar fotovoltaica entró en una nueva dimensión de crecimiento al conectar casi 240 GW de nueva capacidad solar mundial en la red y mostrar una impresionante tasa de crecimiento anual del 45%. Además, en 2022, la energía solar fotovoltaica representó dos tercios de toda la capacidad instalada de energía renovable y, a finales de octubre de 2023, los módulos solares fotovoltaicos alcanzaron un precio mínimo histórico, lo que convierte a la energía solar fotovoltaica en la fuente de electricidad más barata del mercado.

Sin embargo, las redes eléctricas pueden verse afectadas por esta elevada penetración fotovoltaica. Por un lado, la fotovoltaica introduce una variabilidad estocástica dependiente de las condiciones meteorológicas, no sólo por las fluctuaciones día-noche, sino también por los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y sequías, causados por el cambio climático, que pueden dañar potencialmente nuestra infraestructura de red. Por otro lado, la integración de la energía fotovoltaica en el sistema energético debe evolucionar hacia un sistema inteligente y digitalizado, apoyado en primer lugar por la fabricación y el sistema fotovoltaicos digitalizados y, en segundo lugar, por el control inteligente de la distribución. Por lo tanto, los recursos energéticos basados en la electrónica de potencia, la digitalización y la ciberseguridad han cobrado mucha importancia en los últimos años, lo que se ha traducido en una creciente atención al despliegue de las fuentes de energía renovables (FER), con la fotovoltaica a la cabeza, de forma segura y eficiente. El objetivo, esbozado por los ambiciosos objetivos europeos como el plan RePower EU, es electrificar finalmente muchos sectores, entre ellos la movilidad, la calefacción y la refrigeración.

En esta búsqueda, el sistema físico con el equipamiento necesario de la infraestructura operativa se está poblando con una presencia creciente de Recursos Energéticos Distribuidos (DER) y un funcionamiento más impulsado por la electrónica de potencia, lo que hace evidente que el control de los convertidores tendrá que adaptarse para soportar mejor la automatización de la red. Actualmente, los convertidores funcionan en un principio de apoyo a la red y proporcionan la potencia activa o reactiva necesaria. Se centran sobre todo en el control de la frecuencia, lo que significa que la evolución actual de los convertidores de potencia de los sistemas funciona en un modo formador de red, es decir, desempeñando un papel clave en el control de la frecuencia y del sistema. La combinación de estas capacidades con el almacenamiento, el intercambio de datos a través de un espacio común europeo de datos fiable y seguro para la energía, los agregadores actúan por medio de plataformas de datos. Además, una tecnología emergente Blockchain ofrece la posibilidad de comercio entre pares y puede proporcionar flexibilidad adicional a la red y ser un paso en la dirección correcta hacia la automatización y digitalización de la red. Motivada por estos retos y oportunidades relacionados con la red, la Plataforma Europea de Tecnología e Innovación para la Energía Fotovoltaica (ETIP-PV) dedica su 19ª conferencia anual al tema “Energía fotovoltaica digitalizada y con capacidad de respuesta: el motor de la evolución de la red y del mercado“. La conferencia tendrá lugar del 22 de mayo a las 13:30 al 23 de mayo a las 13:00 CET en Bruselas. La inscripción ya está abierta y puede inscribirse gratuitamente aquí.

La conferencia se centrará específicamente en la importancia de la digitalización fotovoltaica y la ciberseguridad, así como en las políticas operativas necesarias para garantizar que la integración fotovoltaica en la red no sea un cuello de botella para la transición energética. El programa incluye discursos de alto nivel de representantes de la Comisión Europea y cuatro mesas redondas sobre los siguientes temas:

1. Los sistemas fotovoltaicos contribuyen de forma inteligente a un control distribuido eficaz

2. Compartir energía para crear comunidades energéticas funcionales

3. FV de alta capacidad de respuesta en un sistema de energía flexible

4. Mejora de la eficiencia de la industria fotovoltaica mediante arquitecturas y modelos de control digitalizado y compartición de datos (coorganizado por ETIP on Smart Networks for Energy Transition ETIP SNET).

En resumen, de esta conferencia pueden esperarse cuatro inspiradoras mesas redondas con expertos de la industria y del mundo académico; ponencias de alto nivel de la Comisión Europea sobre cómo podemos impulsar cambios prácticos; ideas clave sobre la digitalización y la ciberseguridad de la energía fotovoltaica; una mejor comprensión de las tecnologías emergentes y las innovaciones en la integración de la red; y por último, pero no por ello menos importante, un debate sobre la integración de la energía fotovoltaica en la red.