Las renovables representarán casi la mitad del mix eléctrico mundial en 2030, según la AIE

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A primera vista, el nuevo World Energy Outlook 2023 de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) trae buenas noticias: el porcentaje de energías renovables en el mix eléctrico mundial pasará del 30% actual a casi el 50% en 2030 (España logrará que el 50% de su mix sea renovable ya en este 2023, según pronosticó REE). El número de coches eléctricos será diez veces superior al actual a finales de la década, y las bombas de calor, aerotermia y otros sistemas de calefacción eléctricos superarán a las calderas fósiles.

Según el informe de la AIE, la energía fotovoltaica suministrará más electricidad en todo el mundo que la suma de todas las centrales eléctricas y otras instalaciones de generación de EE. UU. en la actualidad. Los nuevos proyectos de energía eólica marina atraerán más inversiones que las que se destinarán a nuevas centrales de gas y carbón. Todas las proyecciones se basan en los objetivos actuales de los gobiernos de todo el mundo.

No obstante, todo lo anterior no será suficiente para limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 grados, según los analistas de la AIE. “No solo vamos a agravar el cambio climático, sino que la seguridad del sistema energético se verá comprometida. Al fin y al cabo, este se diseñó para un mundo más frío y con menos fenómenos meteorológicos extremos”, afirma la AIE.

El impulso de las energías renovables hará que la demanda de combustibles fósiles disminuya en la segunda mitad de esta década tras alcanzar un nivel récord en 2025. Sin embargo, el porcentaje del carbón, petróleo y gas en el mix energético mundial solo pasará de alrededor del 80% actual al 73% en 2030. Esto provocará un calentamiento global de 2,4 grados, según han calculado los expertos de la AIE.

Para evitarlo, la AIE propone una estrategia global basada en cinco pilares:

  1. Triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030
  2. Duplicar la eficiencia energética
  3. Reducir las emisiones de metano de las infraestructuras fósiles en un 75%.
  4. Crear mecanismos de financiación a gran escala para triplicar la inversión en energías limpias en los países emergentes y en vías de desarrollo
  5. Tomar medidas para garantizar una disminución del uso de combustibles fósiles, incluida la no concesión de permisos para centrales eléctricas de carbón que no capturen CO2

El World Energy Outlook también analiza en el desarrollo mundial de la capacidad de fabricación de componentes fotovoltaicos.

Los expertos de la AIE parten de la base de que la industria producirá un total de 500 GW de capacidad fotovoltaica en 2030, una cifra asombrosamente baja, puesto que ya se prevé la instalación de unos 390 GW en el año en curso.

Sin embargo, la capacidad de producción será para ese año de 1.200 GW anuales. Si la potencia instalada se elevara a 800 GW en 2030, se podría reducir considerablemente la generación de electricidad con carbón en todo el mundo: en China, un 20%; en América Latina, África, el Sudeste Asiático y Oriente Medio, un 25%.”La transición a las energías limpias se está produciendo en todo el mundo y es imparable. No es una cuestión de ‘si’, sino de ‘cuándo’, y cuanto antes, mejor para todos”, afirma Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE. Los gobiernos, las empresas y los inversores deben apoyar la transición a las energías limpias, en lugar de obstaculizarla”. Los beneficios son inmensos, afirma: nuevas oportunidades industriales y puestos de trabajo, mayor seguridad energética, aire más limpio, acceso universal a la energía y un clima más seguro para todos. “Con las continuas tensiones y la volatilidad de los mercados energéticos tradicionales, las afirmaciones de que el petróleo y el gas son alternativas seguras para el futuro energético y climático del mundo son más débiles que nunca”.

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