Perspectivas para el año fotovoltaico 2023: Sí, los módulos van a bajar (y no poco)

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Últimamente estaba convencido de que tendríamos un final de año tranquilo y de que las cadenas de suministro y los precios de los componentes ya se habían estabilizado. No obstante, diciembre pinta un panorama muy distinto. Al menos en los módulos hay mucho movimiento. En algunos casos, la reducción de precios de productos individuales es incluso muy significativa: hasta un 9% desde el mes pasado. Los precios de los módulos, al menos los de los productos nuevos y de categoría A, casi han caído al nivel con el que empezamos el año 2022 hace doce meses. ¿Qué ha hecho que los precios bajen tanto y es este el comienzo de un desarrollo sostenible? A continuación, aclararemos esta y otras peculiaridades que pueden observarse actualmente. Para ello, he hablado previamente con algunas personas clave del sector.

Pero, antes, veamos brevemente los demás componentes. Lo que retrasó tanto las entregas de inversores -y menos las de dispositivos de almacenamiento de energía- el año pasado fue la escasez de materias primas y la escasez general de chips. Parece que, al menos, este aspecto se ha desatascado: los productos pedidos vuelven a llegar, y de forma concentrada. Las cantidades que llevamos esperando todo el año están siendo entregadas por los fabricantes en un plazo de dos a tres meses. Pero los distribuidores no tienen capacidad de distribución suficiente para la avalancha de material. Así pues, la reducción de la cartera de pedidos pendientes se prolongará hasta bien entrado el primer trimestre. Pero incluso después de eso, seguirá habiendo problemas aislados para satisfacer a tiempo la demanda, generalmente elevada, según afirma Ulf Hermenau, de Huawei.

La escasez de componentes electrónicos ha obligado a muchos fabricantes a cambiar a componentes alternativos y a rediseñar sus productos. Sin embargo, como esto también requiere pruebas y procesos de certificación adicionales, inevitablemente se producen retrasos, pero también aumentan los costes. Los clientes de inversores y almacenamiento lo notarán en el nuevo año. Al fin y al cabo, la disponibilidad de la mayoría de los productos, incluidos los nuevos lanzamientos, debería haberse normalizado en el segundo trimestre, siempre que no haya más interrupciones imprevistas. Los precios de los componentes en este ámbito también se mantendrán estables por el momento, tras algunas subidas, pero desde la perspectiva actual no se espera un cambio de tendencia hasta 2024 como pronto. Huawei también ha cambiado su estrategia de compras por contratos fijos a más largo plazo para poder contrarrestar mejor en el futuro las fluctuaciones de disponibilidad relacionadas con las crisis.

La situación de los módulos solares es muy diferente. Actualmente todavía hay grandes cantidades en Rotterdam y otros puertos marítimos europeos. Debido a la incertidumbre política existente sobre el manejo de los beneficios de la producción de energía, pero también al gran retraso en la entrega de inversores, muchos clientes abandonaron sus proyectos hacia finales de año o los aplazaron para el año que viene. En Alemania y países donde hace frío –no está siendo el caso de España– casi ningún instalador quiere comenzar el nuevo año con unas existencias excesivamente grandes durante la estación fría, cuando las instalaciones solo pueden realizarse en condiciones difíciles. Como consecuencia, muchos fabricantes corren el riesgo de quedarse con sus módulos y actualmente se está viendo una avalancha de precios especiales.

La pregunta apasionante ahora es: ¿se mantendrá esta tendencia o seguirá siendo un fenómeno pasajero y los precios de los módulos volverán a subir en el nuevo año?

Para responderla, tenemos que analizar la oferta y la demanda, así como los factores que influyen y los cuellos de botella que hay entre ambas. Hay consenso en la industria: la falta de capacidad de montaje nos mantendrá ocupados durante mucho tiempo. Sin embargo, ya se está produciendo un notable trasvase de electricistas convencionales y otros oficios relacionados con los tejados a la industria solar. Algunas empresas que se habían apartado hace años, cuando la demanda y las cifras de instalación se desplomaron de repente, están volviendo ahora a la fotovoltaica. Además, hay muchos nuevos actores y estructuras que están desarrollando una enorme dinámica. Sin embargo, el auge de la fotovoltaica que se espera de nuevo en 2023 apenas podrá ser cubierto por la mano de obra existente. La falta de personal de oficina y de personal de logística hará que la velocidad de procesamiento de los pedidos y la distribución de material no satisfagan las necesidades de los clientes durante mucho tiempo.

Jan Brunner, CSO de Krannich Solar, observa actualmente un descenso en el envío de módulos desde China. Esto indica un descenso de la demanda previsto por los fabricantes, o que no quieren aumentar aún más las cantidades de módulos apilados en Europa y vacían antes los almacenes, como hacen todos los años. Al mismo tiempo, el interés de los clientes finales, al menos en sistemas fotovoltaicos pequeños y medianos, no ha disminuido. El afán por independizarse de los combustibles fósiles y la contención de costes asociada, incluso a largo plazo, parece pesar más que la necesidad de ahorrar dinero y los temores existenciales de muchos. El dinero de los inversores sigue siendo abundante y se esfuerza por realizar inversiones sostenibles, sobre todo porque los posibles rendimientos de las instalaciones fotovoltaicas siguen siendo buenos, incluso en el sector comercial, si se elige el modelo de comercialización adecuado para la electricidad. Para evitar en el nuevo año los mismos problemas de abastecimiento que en 2022, se recomienda planificar el material con antelación. Se recomienda encarecidamente a todos los implicados que presenten a tiempo a sus proveedores una previsión fiable.

En concreto, por el lado de la oferta, el mercado de módulos volverá a relajarse considerablemente a lo largo del año que viene, y puede que ni siquiera haya exceso de demanda, informa Frank Niendorf, Director General para Europa de Jinko Solar. Actualmente, los precios del silicio están volviendo a bajar notablemente. Los costes del transporte de contenedores desde el extranjero también han vuelto casi al nivel anterior a la pandemia. Además, el tipo de cambio con el dólar estadounidense ha vuelto a cambiar a favor del euro, factores todos ellos que influyen en el precio de los módulos y los sistemas. Algunos materiales siguen escaseando, pero parte de estos factores solo afectan al precio de producción por el momento. A menudo pasan meses antes de que la reducción de precios llegue al cliente final. No obstante, todo indica que los precios de los módulos solares no subirán en el nuevo año, sino que descenderán de forma constante a partir del segundo trimestre como muy tarde. Sabremos exactamente cómo será la política de precios de los principales productores asiáticos a finales de enero, después del Año Nuevo chino, como muy tarde.

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