Pregunta del mes: ¿Debe la UE regular la huella de carbono de los componentes renovables?

Share

pv magazine retoma la Pregunta del mes, y aquí va la cuestión:

La UE estudia la posibilidad de regular los estándares de la huella de carbonode los paneles e inversores. En el borrador, se hablaba también de retirar del mercado “los productos de baja calidad”. ¿Os parece buena iniciativa? ¿Habría consecuencias en el mercado español? En caso de que sí, ¿cuáles?

Responde Asier Ukar, Director General y Consultor Sénior de PI Berlin España:

 

Las iniciativas para reducir la huella de carbono son consideradas un pilar fundamental en las licitaciones como parte de una estrategia industrial que debe ir de la mano del desarrollo del propio mercado. Son varias las iniciativas que van en esta dirección: Francia está preparando una nueva normativa sobre la huella de carbono llamada CRE5. En 2020, Corea del Sur introdujo un sistema similar, mientras que a nivel de la UE existe el diseño ecológico (Ecodesign) y la etiqueta ecológica (Ecolabel). Es muy probable por tanto, que la notificación de la huella de carbono sea obligatoria para todos los módulos e inversores comercializados en el mercado europeo. Además, algunos países pioneros, como los Países Bajos y Noruega, han introducido requisitos de declaración ambiental para productos (Environmental Product Declaration – EPD) para los módulos fotovoltaicos, que incluyen la notificación de la huella de carbono.

Teniendo en cuenta todos los componentes de un sistema fotovoltaico, la producción de módulos contribuye claramente a la mayor parte de las emisiones de carbono, mientras que una fracción menor está asociada a la producción de inversores. Dentro del proceso productivo del módulo, las mayores cantidades de electricidad se consumen en la producción de polisilicio y en el llamado proceso Siemens, responsable de la purificación de dicho polisilicio. Como ejemplo de propuestas de reducción de emisiones, se puede mencionar a WACKER, el mayor fabricante europeo de polisilicio, el cual produce polisilicio en Noruega empleando energía hidroeléctrica de baja huella de carbono. De acuerdo a los últimos estudios de Solar Power Europe, WACKER ha sido capaz de reducir el consumo específico de energía de la producción de polisilicio en aproximadamente un 50% en los últimos 15 años. Otro ejemplo es REC Silicon en EE UU y GCL en China, los cuales utilizan el llamado proceso de reactor de lecho fluidizado (FBR) para producir polisilicio granular. Esta tecnología reduce el consumo de energía a aproximadamente el 50% del proceso típico de Siemens.

 

Mejoras en células y módulos a la vez que se reduce la emisión de CO2

Existen varias tecnologías de células disponibles actualmente en el mercado que ofrecen una eficiencia muy alta manteniendo o incluso reduciendo el consumo de electricidad durante los procesos de producción. Por ejemplo, se prevé que la tecnología de células de heterounión (HJT) se convierta en una de las tecnologías de células más prometedoras a corto plazo. Las células HJT son una estructura de diseño de célula híbrida muy avanzada que combina las ventajas de las células de silicio cristalino y la tecnología de capa fina para conseguir una alta eficiencia y densidad de potencia. Los procesos de producción implican menos pasos y menores temperaturas de cocción, lo cual ahorra una gran cantidad de energía reduciendo el impacto medioambiental general.

Los nuevos desarrollos tecnológicos en la producción de módulos permiten reducir considerablemente la huella de carbono del producto fotovoltaico final. Una tendencia son las obleas más grandes para producir módulos solares más eficientes, o el uso de medias células para mejorar la eficiencia de los paneles. Otro ejemplo es la eliminación del proceso de soldadura utilizado para conectar las células entre sí. Una tecnología utilizada por el Grupo REC elimina los puntos de soldadura para conectar las células, y en su lugar utiliza una lámina transparente que incluye finos hilos que permiten la conexión eléctrica entre las mismas. Esto reduce el nivel de temperatura del proceso de producción y disminuye el consumo de electricidad y, a su vez, la huella de carbono. Otra tecnología avanzada de módulos, el shingling, también prescinde de la cinta, ya que las células se colocan en un módulo como las tejas de un tejado, conectándose mediante adhesivos conductores.

Las directrices internacionales en materia medioambiental introducen nuevas variables en el mercado, abriendo las puertas a tecnologías tradicionalmente más caras, pero que por su mayor efciencia energética pueden gozar ahora de una ventaja competitiva. Esta ventaja podría impulsar la fabricación española y europea a corto-medio plazo.

 

Asier Ukar, Director General y Consultor Sénior de PI Berlin España.

The views and opinions expressed in this article are the author’s own, and do not necessarily reflect those held by pv magazine.

Este contenido está protegido por derechos de autor y no se puede reutilizar. Si desea cooperar con nosotros y desea reutilizar parte de nuestro contenido, contacte: editors@pv-magazine.com.