Reducir la huella medioambiental también después de la muerte

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Grupo Funespaña ha puesto en marcha diferentes iniciativas para reducir su huella medioambiental. Entre ellas, se encuentran la implementación de instalaciones fotovoltaicas en varias de las instalaciones fúnebres que gestiona, la adquisición de modelos eléctricos para su flota de vehículos fúnebres o la apertura de nuevos conceptos de cementerios, más verdes y sostenibles, que se presentan como una alternativa a las unidades de enterramiento tradicionales. “También en cuanto a innovación en hornos crematorios, Funespaña recientemente ha adquirido dos unidades de última tecnología que suponen un adelanto en la gestión medioambiental, con un importante descenso de contaminantes, minimizando la huella de carbono de sus emisiones”, explica la empresa.

En sus instalaciones de Leganés (Madrid), que constan de tanatorio, cementerio y crematorio, se han instalado 45 placas fotovoltaicas de 520 Wp sobre los edificios principales. La potencia de la instalación es de 23 kWp y cuenta con una producción de energía anual estimada de 32 MWh, con la que pretenden cubrir la demanda que consume el complejo. En el tanatorio de Catarroja, en Valencia, la instalación es de 90 kWp. La idea no es nueva: El Ayuntamiento y Cementerios de Barcelona convirtieron el cementerio de Les Corts en el primer equipamiento autosuficiente de la ciudad ya en 2014, y ya se habían instalado paneles en el de Montjuïc en 2011. También en Barcelona, el alcalde de Santa Coloma de Gramanet instaló 752 m2 de paneles solares en el camposanto municipal en 2008. Reciemente, el Parque Cementerio de Málaga ha aprobado la instalación de placas solares sobre las cubiertas de 38 de los 212 bloques de unidades de enterramiento en el cementerio San Gabriel, cuya instalación contará con una potencia de 572.858 kW.

Funespaña también ha incorporado a su flota dos nuevos coches fúnebres eléctricos en los centros de Pamplona y Alcalá de Henares, que se suman a sus 5 híbridos y una moto eléctrica.

La entidad financiera Kutxabank concedió al grupo este verano un préstamo con carácter sostenible por importe de 3 millones de euros.

La compañía, a través de Cementerio Jardín, ha presentado esta semana el proyecto “El Bosque de la Vida”, con la apertura simbólica de “la primera piedra” del nuevo y distinto concepto de cementerio, un espacio de casi 10.000 m² de terreno actualmente en desuso, dentro del Cementerio Jardín de Alcalá de Henares. Este proyecto, que durará unos 3 meses de obra, se presenta como una alternativa a las unidades de enterramiento tradicionales. El Bosque de la Vida será una zona verde y agradable de caminos y zonas ajardinadas en la que se destinarán los espacios reservados a albergar los árboles de la vida, la fuente de esparcimiento de cenizas. Dispondrá de un recorrido peatonal que dará acceso a los diferentes espacios destinados a la inhumación y esparcimiento de cenizas, entre los que se encuentran dos elementos escultóricos e innovadores.

El sector funerario español es un mercado consolidado y estable. Según la información comunicada por Funespaña, actualmente tiene un volumen de facturación de más de 1.5 millones de euros anuales de media y se espera que viva un crecimiento progresivo año tras año.

 

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