Iberdrola, Endesa y Naturgy, las empresas propietarias de la central nuclear de Almaraz (Cáceres), solicitaron este jueves formalmente al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) una prórroga para mantener activos hasta junio de 2030 los dos grupos de la instalación.
El cese de actividad del primer reactor de Almaraz estaba previsto para el 1 de noviembre de 2027, y el de la segunda unidad, para el 31 de octubre de 2028.
El cierre nuclear, acordado entre las propietarias de los activos y el Gobierno, ha sido noticia en numerosas ocasiones desde el apagón, pues no pocas opiniones lo relacionaron con la generación renovable.
En ese sentido, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, señaló en mayo en el Congreso de los Diputados que relacionar el calendario del cierre nuclear con el incidente «no es serio».
En su intervención para aclarar qué se sabía entonces del apagón, recordaba que fueron las empresas propietarias y gestoras de las centrales nucleares quienes propusieron un calendario para el cierre, y el Gobierno respaldó ese cierre. «Si las empresas quieren proponer un nuevo calendario, este Gobierno lo estudiará con rigor, y tendrá en cuenta que se garantice la seguridad a la población –para lo cual se quiere del informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear–, que sea viable económicamente, es decir, que su prolongación no afecte al bolsillo de los ciudadanos; y que contribuya a la seguridad de suministro», concluyó.
Sin embargo, las compañías solicitaban rebajas fiscales, pues la operativa de las centrales es nucleares era “económicamente inviable”.
Finalmente, ministra Sara Aagesen ha manifestado este viernes en una rueda de prensa que la petición de prórroga se ha llevado a cabo “sin condiciones” y ha asegurado que “darán traslado de la petición al Consejo de Seguridad Nuclear, al objeto de que el regulador pueda valorar la solicitud y emitir su preceptivo informe”. Este tendrá que «avalar desde el punto de vista técnico si se cumplen las condiciones de seguridad radiológica y nuclear».
En el conjunto del año 2024, las renovables alcanzan una cuota del 55,8% sobre el total del mix español, mientras que la nuclear representó el 19,6%.
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Me parece un error dar más ayudas fiscales a las empresas de la central nuclear de Almaraz. Dichas empresas ya aprovechan de muchos subsidios fiscales. Operar centrales nucleares no es viable y pedir rebajas solo prolonga un problema mucho más serio que tienen.
Todavía no está resuelto qué hacer con los residuos nucleares a largo plazo. En España seguimos sin un plan claro ni definitivo para guardarlos de forma segura, y los trámites para construir un almacén centralizado están llenos de problemas políticos y falta de transparencia (= más costes imprevisibles para la comunidad y una gran carga para las futuras generaciones).
Además, la lógica de centralizar todo en grandes centrales de generación no ayuda. En vez de buscar soluciones distribuidas y flexibles, seguimos dependiendo de estas mega infraestructuras rígidas, lo que dificulta la integración con las redes eléctricas de España y Portugal y frena la transición a renovables.
Y no olvidemos que los reactores de los años 80 ya están viejos y sufren fatiga en sus materiales, lo cual es un riesgo para la seguridad. Alargar su vida útil sin resolver estos problemas técnicos puede ser peligroso.
En resumen, prorrogar estas centrales con ayudas fiscales pasa por alto problemas graves y pone en riesgo nuestro futuro energético y ambiental.