Retrato de empresa: La Hormiga Verde

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La Hormiga Verde, con sede en Villafranca de los Barros (Badajoz), es una organización dedicada a la gestión, tratamiento y reciclaje de paneles solares fotovoltaicos fuera de servicio, ya sea por rotura o por fin de vida útil, que opera en todo el territorio nacional.

Fue fundada en 2005 por su actual gerente Ignacio García y funcionó originalmente como una planta de reciclaje de biomasa hasta su cierre temporal en 2014. En 2019 fue refundada como una planta especializada en el proceso integral del tratamiento y reciclaje de módulos fotovoltaicos y de otros componentes electrónicos, convirtiéndose además en gestor final.

“Somos un centro especial de empleo con más de 40 trabajadores, donde más del 95% de los empleados tienen alguna discapacidad. Creamos empleo estable y de calidad mediante la correcta gestión de residuos. ¡Somos economia circular y social!”, dijo Ignacio García, CEO de La Hormiga Verde, a pv magazine.

De acuerdo con la empresa, este servicio está financiado por los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), se trata de organizaciones especializadas en el reciclaje de residuos con las que colabora la empresa. Entre éstas destacó la fundación madrileña sin ánimo de lucro Ecolec; Recyclia, plataforma de recogida selectiva y gestión de residuos eléctricos y electrónicos; y la valenciana Sunreuse, también especializada en la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.

“Los SCRAPs son esenciales para los recicladores. Sin ellos no somos viables economicamente, nos pagan por el trabajo que hacemos. En nuestro caso, la recogida capilar de residuos, el almacenamiento y su tratamiento final”, afirmó García.

Según datos aportados por la empresa a pv magazine, esta gestionó y recicló durante el 2023 unas 1.200 toneladas de residuos electrónicos, de las cuales 300 eran procedentes de módulos fotovoltaicos. Si estimamos que un panel solar pesa de media 20 kg, la empresa retiró aproximadamente 15.000 paneles solares durante el pasado año. En lo que va de año, ha gestionado 70 toneladas de paneles solares.

De acuerdo con la empresa, La Hormiga Verde recupera el 99% de los materiales contenidos, y recicla vidrio, silicio, metales no férricos y plásticos. El procedimiento para separar los diferentes tipos de materiales del vidrio del panel es el siguiente, según explicó su gerente. Primero se retiran las conexiones posteriores de los paneles y las cajas de conexiones. A continuación mediante una máquina “rompedora de marcos” se separa el marco metálico del panel de vidrio y silicio. Los marcos metálicos se almacenan para su venta posterior como “aluminio de perfil”. El vidrio se tritura y criba a diferentes fracciones, para usarlo como áridos o subproductos alternativos.

¿Pero que sucede con las conexiones? “Lo que hacemos es recuperar materiales, mediante diferentes máquinas y procesos que disponemos: del cable recuperamos el cobre y la goma de cable, de las conexiones recuperamos metales férricos y no férricos y plásticos. También produce nuevos productos, como barras de madera plástica o áridos reciclados. Todos los materiales se venden a productores de nuevas materias primas. Es el principio de la economía circular: volver a meterlo en el mercado”, afirmó García.

Además, él nos describió también el sistema del procesamiento de los paneles solares. Después de la retirada del marco de aluminio, los cables y las cajas de conexiones, se trituran los paneles solares y se criban a tres tamaños: menor de 1 mm (polvo de vidrio), entre 1 y 2 mm (arena fina), y de entre 2 y 4 mm (bolitas de vidrio). Estas fracciones son adecuadas para diversos usos como filtro de arena para la depuración de agua, la fabricación de hormigones (estructurales y de limpieza, morteros), baldosas y pavimentos, o chorreado de arena.

 

 

Según explicó la empresa, estos materiales están pensados para su utilización como relleno de zanjas, huecos, trincheras y otros tipos de cavidades. También pueden ser usados como rellenos estructurales, aislantes, bases y subbases de firmes, relleno de todo tipo de conducciones, y control de la erosión. “La solución más eficaz desde un punto de vista técnico, económico y medioambiental, consiste en el empleo de morteros u hormigones líquidos y autocompactantes, de forma que penetren con facilidad en todos los espacios que se vayan a rellenar, y que no precisen ninguna compactación posterior”, subrayó García.

 

 

Para el gerente de La Hormiga Verde, los hormigones y morteros de baja resistencia controlada son una solución muy testada y profesional, que cuenta con numerosas ventajas para el relleno de zanjas, trasdoses de muros y otras aplicaciones. Destacó beneficios como la no necesidad de compactación, la homogeneidad, y la seguridad que supone su comportamiento a largo plazo, por la ausencia de asentamientos y deformaciones del firme, que a su vez se traducen en molestias para los usuarios y en costosas reparaciones.

“Por ello, constituyen una alternativa que debería ser siempre considerada en este tipo de obras, teniendo en cuenta que el superior coste inicial de los ‘materiales de baja resistencia controlada’ frente al de un relleno granular, en el caso de haberlo, queda de sobra compensado por los beneficios que se derivan de su uso, siendo en la mayor parte de los casos los costes globales menores”, apuntó García.

Además, según anuncia la empresa, este servicio no tiene coste alguno, siempre y cuando se realice la carga completa de los camiones, de unos aproximadamente 500-600 paneles, ya colocados sobre palet. Dichos paneles no deben estar canibalizados o vandalizados, y deben por tanto estar enteros, aunque hayan sufrido roturas. Los solicitantes de este servicio tendrán que enviar unas imágenes de la carga a la empresa con una semana de antelación para que esta pueda comprobar el estado de los módulos.

“Nosotros nos ocupamos de la tramitación administrativa y del traslado, la empresa solo se tienen que ocupar de poner los paneles sobre palets y cargarlos en el camión. En cada camión pueden caber hasta 12 palets y 14.000 kgs. En caso de que sean cantidades menores a un camión completo, lo tenemos que ver, pero conllevaría coste, debido al transporte”, apuntó Ignacio García.

 

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