La primera subasta renovable privada para los electrointensivos será a principios de 2023

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La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía, AEGE, ha celebrado hoy en el Congreso de los Diputados el Foro Energía 2022, en colaboración con la Asociación de ex Parlamentarios de las Cortes Generales. Bajo el título “La industria electrointensiva ante la crisis energética”, expertos, industriales y diputados responsables de industria y energía de algunos grupos políticos han debatido sobre las fórmulas para lograr que la industria básica electrointensiva supere la crisis energética y avance en su descarbonización y en la integración de energías renovables.

José Antonio Jainaga, presidente de AEGE, señaló en su discurso de apertura que “hace falta una iniciativa que permita equiparar las condiciones a las que accedemos al suministro energético con las de los países de nuestro entorno. De lo contrario, 2023 será un año aciago para la industria intensiva en el consumo de energía”, ha dicho.

“Hay que ver la transición energética como una revolución industrial; vamos a cambiar toda la cadena de valor, desde la generación hasta el consumo”, afirmaba Blanca Losada, presidenta de Fortia Energía, que ha moderado esta primera mesa, y que apuesta por fabricar todos los bienes y activos para ese cambio.

 

Subastas privadas celebradas por AEGE

AEGE, en colaboración con OMIE y Bird&Bird, ha diseñado subastas privadas de energía renovable (eólica y solar fotovoltaica) para los consumidores electrointensivos. Estas prevén la compraventa de energía por parte de los participantes a un precio fijo durante doce añosa. El diseño y configuración de las subastas se han tratado en la primera mesa del Foro. La primera subasta se celebrará el primer trimestre de 2023, según ha confirmado Pedro Basagoiti, director de tecnología, innovación y nuevos desarrollos OMIE.

Como detalle importante, se explica que no se exige que un proyecto venda el 100% de su generación a la subasta, y no habrá precio de reserva: los vendedores recibirán el precio de su oferta y todos los compradores comprarán la energía al mismo precio, que se calculará haciendo el precio medio de las ofertas. Podrán participar proyectos nuevos y ya existentes pero que no estén sometidos al régimen retributivo.

 

Actualizar el mercado eléctrico: la transición como oportunidad

En la segunda mesa se debatió sobre el fuerte impacto de la crisis energética en la industria, teniendo en cuenta que el precio eléctrico llega a suponer hasta el 60% de los costes de producción.

Para Luis Atienza, el mercado se ha basado en tres pilares: firmeza, producción y flexibilidad. “Empeñarse en que, en las circunstancias actuales, un solo precio supla las tres características es un disparate”, explica, y propone tres retribuciones diferenciadas: una retribución a la firmeza, otra a la producción y una última a flexibilidad.

Juan Temboury, director general de Fortia Energía, ha dicho que “otra medida que ha sido un acierto y ha llegado en el momento oportuno, es el mecanismo de respuesta activa de la demanda que rompe con los principios de la cuarta directiva, la uniformidad tecnológica”.

Atienza ha añadido que “configurar la transición energética es, para España mucho más una oportunidad que un reto. Estamos mucho mejor posicionados que nuestros vecinos, en recurso renovable y en territorio disponible”, dice, y añade que hay dos ejes para aprovechar esta oportunidad: una política industrial activa (desarrollar cadena de valor y convertir España en un polo productor) y proponer subastas secundarias de energía adquirida por el consumir único en las subastas primarias. Además, hay que facilitar el acceso preferencial del autoconsumo industrial renovable con almacenamiento, según Atienza.

Para José Casas, director general de relaciones institucionales y regulación de Endesa, se podría usar la energía del RECORE para para hacer contratos a plazo.

Todos han coincidido en que la solución tiene que ser europea, y en mantener el tope al gas que contempla la excepción ibérica.

 

¿Qué está haciendo la industria para la descarbonización?

Moderada por la periodista Laura Ojea, redactora de Invertia/El Español, la tercera mesa se dedicó a la apuesta de la industria por la descarbonización. Participaron Pedro Linares, investigador y catedrático de la Universidad Pontificia de Comillas; Carlos Navalpotro, presidente de Asturiana de Zinc; Andrés Barceló, director general de UNESID; y Juan Antonio Aranzábal, director general de Graftech.

En la tercera mesa se han puesto sobre la mesa más propuestas: contratos por diferencia para el consumo de electricidad, y contratos por diferencias de carbono; desarrollar la compra pública verde “al coste que toque, lo tendremos que asumir todos, pero hay que hacerlo; y evitar la importación de productos que no vayan en esa línea”. Por último, hace falta un esfuerzo de apoyo a la innovación.

 

Ni están, ni se les espera: los portavoces no aparecen

La última mesa, moderada por el subdirector de El Economista, Rubén Esteller, estaba planteada para tratar la visión política del tema. Dos de los ponentes anunciados, María Montserrat García, portavoz adjunta de energía de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico por el Grupo Parlamentario Socialista; y Diego Gago, portavoz de cambio climático de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico por el Grupo Parlamentario Popular; no asistieron, así que solo estuvieron presentes  Joan Capdevila, presidente y portavoz de la Comisión de Industria del Congreso, y María Carmen Martínez, portavoz de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico por el Grupo Parlamentario Ciudadanos.

Ambos ponentes se han mostrado de acuerdo en la pena de no haber tramitado a tiempo una Ley para la industria, y coinciden también en que “parece ser que [la Ley de Industria] la tramita el Ministerio para la transición ecológica”. Capdevila ha concluido apuntando que “incluso la oposición valora como positivo el mecanismo de la excepción ibérica. Si Europa no es capaz de proponer un mecanismo mejor, hay que mantener el actual: las medidas deberían tener continuidad en 2023”, ha dicho, y también ve necesario equiparar las condiciones con las que accede la industria intensiva en España con la de los países de su entorno.

“Finalmente, una de las soluciones a largo plazo es seguir empujando en Ciencia, Tecnología e Innovación”, ha dicho.

 

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