La columna de UNEF: FNSSE: El autoconsumo ante su enésima barrera

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Tras un año de intensísima actividad regulatoria, con la introducción de las nuevas subastas renovables y el desarrollo del marco de acceso y conexión como principales novedades, puso el cierre al 2020 el Anteproyecto de ley para la creación del Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE).

El Gobierno crea el FNSSE para extraer la financiación del coste del régimen retributivo específico de energías renovables, cogeneración y residuos (conocido como RECORE) del sector eléctrico y repartirlo entre todas las energías (electricidad, gas, hidrocarburos). La reforma extrae también ingresos del sistema eléctrico, los impuestos de la Ley 15/2012 y los de las subastas por los derechos de emisión de gases de efecto invernadero, que financiarán también el Fondo.

Desde UNEF apoyamos la introducción del FNSSE. Primero por su capacidad para corregir el esquema actual que penalizaba al vector energético -la electricidad- que más ha avanzado en la introducción de renovables: al hacer partícipes a todas las energías, se realiza un reparto más equitativo. Además, al trasladar costes (no relacionados con el suministro) ahora solo recuperados por la factura eléctrica también a la señal de precios de combustibles fósiles como el gas natural y los hidrocarburos, se favorece la electrificación y, con ella, la incorporación de más renovables.

Sin embargo, hay una segunda derivada no tan positiva de esta reforma que merece nuestra atención. El coste del RECORE era hasta ahora recuperado por los cargos por otros costes del sistema (y los impuestos de la Ley 15/2012 y las subastas de CO2), incorporados de forma implícita en los peajes de acceso en vigor.

El RECORE es la mayor partida a recuperar vía cargos, por lo que, una vez introducido el FNSSE los cargos deberán recuperar ‘solo’ los extracostes de generación en territorios no peninsulares y las anualidades del déficit de tarifa. Como resultado, el coste a recuperar vía cargos se reduciría un 53% frente a los valores actuales. Al tener los cargos una naturaleza variable (del orden de un 75%-25% variable-fijo respectivamente), al reducirlos se está disminuyendo el término variable de la factura. Desde UNEF hemos estimado esta reducción para el consumidor doméstico en un -17%.

 

Estimación del término variable (€/MWh) antes y después del FNSSE. Fuente: Elaboración propia

 

 

La señal de precio de la eficiencia energética y del autoconsumo es el término variable de la tarifa eléctrica. Por tanto, si reducimos esta señal estamos disminuyendo los ahorros que generan las instalaciones de autoconsumo y con ello, alargando sus plazos de amortización. En definitiva, serían menos interesantes para el consumidor.

Los cambios regulatorios de los últimos años (el fin del impuesto al sol y la introducción del RD de Autoconsumo con la compensación de excedentes y las instalaciones colectivas) produjeron un cambio de paradigma en la evolución del autoconsumo en España. La potencia instalada en los últimos años se ha situado por fin en valores cercanos a los de países de nuestro entorno.

Y es que el autoconsumo es una parte esencial del modelo europeo de sistema eléctrico que pone a la ciudadanía en el centro. Además, en España con el recurso solar que tenemos, permite a los consumidores ahorrar en su factura al mismo tiempo que reducen sus emisiones. Desde UNEF entendemos que el sector se podría estabilizar en unos 400-600 MW anuales.

Por ello, siendo favorables a la introducción del FNSSE, entendemos que su implementación debe realizarse junto a medidas de fomento específicas para el autoconsumo que compensen esta reducción en su señal de precios y permitan mantener la buena senda que llevamos en los últimos años.

En primer lugar, deberían revisarse las metodologías tarifarias propuestas por CNMC y MITECO para peajes de red y cargos respectivamente, estableciendo disposiciones para el incremento gradual del peso del término variable. Desde UNEF defendemos que la tarifa eléctrica en España debe homologarse con los países de nuestro entorno, alcanzando peso del término fijo que nos acerque a la media europea.

Además, como ya incluimos en la propuesta de UNEF al Plan de recuperación nacional, deberían introducirse medidas explícitas de fomento del autoconsumo como:

  • Simplificación y digitalización de las tramitaciones administrativas,
  • Simplificación de las condiciones de acceso a la red,
  • Incentivación fiscal,
  • Actuaciones ejemplarizantes de las Administraciones Públicas.

En definitiva, el FNSSE es sin duda una medida acertada por su efecto distribuidor de los costes de la transición energética y el impulso a la descarbonización y la electrificación. No obstante, debe observarse el efecto que tiene su introducción en la señal de precios del autoconsumo.

Debemos cuidar este sector económico e industrial que se ha ido construyendo con esfuerzo en los últimos años desde el sector público y el privado. Para ello, debemos trabajar para que en paralelo a la introducción del FNSSE se implementen medidas que ayuden a consolidar un sector que genera empleo local y puede ser una fuerza para reactivar la economía y empujar en el cambio del tejido productivo que necesitamos como país.

 

Alejandro Labanda, Director de Regulación y Estudios, UNEF

 

 

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