La columna de UNEF: En el (buen) camino hacia el aprovechamiento solar

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Como resultado de los esfuerzos y a las inversiones en I+D realizadas en los últimos años en el sector fotovoltaico, ahora podemos contar con una tecnología competitiva que ha reducido sus costes hasta un 95% en la última década, llegando a ser más barata que las fuentes de energía convencionales. Gracias a su competitividad, la fotovoltaica ha abandonado su papel de energía alternativa para convertirse en una de las tecnologías centrales del mix energético de la próxima década, consolidándose como elemento fundamental ante la crisis climática.

En nuestro país, en los últimos tres años, la fotovoltaica ha experimentado un fuerte crecimiento. Según datos registrados por UNEF, en 2018 en nuestro país se incrementó un 94% la potencia fotovoltaica instalada con respecto a 2017 (pasando de 135 MW a 261,7 MW) y un 145% si comparamos 2017 con 2016 (cuando se pasó de instalar 55 MW a 135 MW).

Esta tendencia alcista continúa creciendo y, si miramos al futuro, los datos son muy positivos. Desde UNEF, prevemos que para finales de este 2019 se habrán instalado en España más de 4.000 MW de nueva potencia fotovoltaica en grandes plantas, conectándose por primera vez en siete años grandes instalaciones en tierra. Asimismo, prevemos que se instalen alrededor de 400 MW de autoconsumo, lo que duplicaría lo que se instaló de autoconsumo en 2018.

Además, gracias al nuevo marco de libre mercado establecido por la actual regulación, que no supone cargos ni subvenciones al autoconsumo, creemos que la generación distribuida va a tener un peso cada vez más importante gracias al desarrollo del autoconsumo compartido, la integración de la fotovoltaica en la edificación, la transición hacia la movilidad sostenible, la penetración cada vez mayor de las baterías para almacenar energía y la digitalización de las redes. Y es que, eliminadas las barreras establecidas al autoconsumo y al amparo de un régimen de libre mercado, se espera un crecimiento cercano al 100% para este año.

Y es que esta nueva etapa de desarrollo del sector fotovoltaico, junto con el necesario cambio de nuestro modelo energético – transición que ya está en marcha-, llevarán consigo la creación de empleo local y de calidad, que supondrá una importante oportunidad de crecimiento económico para nuestro país, sobre todo para las zonas de la “España vaciada”.

Ahora, ¿qué es lo que nos toca? Las dos principales tareas pendientes y de fundamental importancia para el sector son el establecimiento de un marco regulatorio adecuado y transparente para la concesión de los puntos de conexión para las plantas fotovoltaicas y la definición de una nueva estructura de la tarifa eléctrica que ofrezca la señal de precio adecuada en el proceso de transición ecológica, aumentando el peso del término variable frente al término fijo. En resumen: seguir avanzando por el buen camino y saber aprovechar lo que la naturaleza nos ofrece y que a su vez beneficia al medio ambiente, al empleo y a la economía de nuestro país.

Jorge Barredo, Presidente de UNEF.

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