La herramienta Shirenda_PV se ha construido en base a técnicas de aprendizaje automático para analizar la producción solar del país y utilizarse en estudios de planificación de un sistema eléctrico nacional basado en renovables.
La plataforma para desarrolladores usa datos GIS para la planificación de proyectos, así como herramientas para ayudar en la toma de decisiones.
La empresa ImpactE ha diseñado herramientas que determinan el potencial fotovoltaico de una ciudad o área determinada, así como el impacto de comunidades energéticas locales. También identifica los espacios urbanos más vulnerables al cambio climático y proponen soluciones.
Al proyecto HERMES de Airbus se le otorgan 117,67 millones para desarrollar la introducción segura de H2 en el diseño de aviones. El proyecto AH2HUB de la sevillana EVO contará con una ayuda de 25,24 millones para el desarrollo de vehículos con pila de H2.
El centro vasco lidera el proyecto europeo SOLIDBAT cuyo objetivo es desarrollar baterías de estado sólido de alta densidad energética, que ofrezcan mayor duración y seguridad, y cuya producción tenga el mínimo impacto medioambiental.
Según la empresa, se requiere una modelización precisa de los sistemas de almacenamiento tanto a nivel empresarial como como a nivel técnico, para minimizar los riesgos y maximizar el rendimiento de la inversión.
Toda la electricidad consumida (servidores, inversores, ventilación, etc.) se convierte por completo en calor a 40 a 45 °C, que se transfiere a un intercambiador aire/agua que lo integra en un circuito de agua caliente. Después, las bombas de calor elevan su temperatura para transferir este calor “malo” del data center a la red de calefacción. La empresa busca ubicaciones para replicar el modelo.
La conversión eficiente y sostenible del CO₂ con luz solar que analiza el autor de la investigación abre una vía para la producción metano renovable que puede utilizarse como alternativa al gas natural.
El Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea ha publicado la revisión de la investigación actual sobre la electrólisis directa del agua de mar que destaca los avances en los materiales de los electrodos, la eficiencia del catalizador y el diseño del sistema, y concluye sobre su viabilidad.
Se trata de una línea de 500 MW cuyo un diseño flexible facilita su actualización para futuras generaciones de células y módulos, según explica el fabricante español.
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