Un reciente informe de PV on Dykes -Fotovoltaica sobre diques, un consorcio de proyectos holandés que incluye la Fundación Holandesa para la Investigación Aplicada del Agua (STOWA) y la Organización Holandesa para la Investigación Científica Aplicada (TNO)- ha evaluado la viabilidad técnica y los costes medioambientales del despliegue de energía solar montada en el suelo a lo largo de diques en los Países Bajos.
Maarten Dörenkämper, investigador de la TNO, declaró a pv magazine: “Por el momento, la fotovoltaica en diques pavimentados es la más prometedora. Sobre hierba es más difícil, por lo que hay que seguir investigando para llegar a configuraciones específicas adecuadas”.
Los diques y sus superficies representan una oportunidad sin explotar para construir plantas solares en un país con escasez de suelo y una alta densidad de población. Los Países Bajos tienen unos 17.000 km de diques y un estudio preliminar ha demostrado que ofrecen potencial para albergar 11 GW de sistemas fotovoltaicos, sin ocupar terrenos agrícolas.
Además de servir de barreras contra el agua, los diques de los Países Bajos se utilizan a menudo para actividades recreativas, sobre todo el ciclismo. Con el tiempo, han llegado a considerarse elementos paisajísticos histórico-culturales.
“Además de la viabilidad técnica, es muy importante investigar detenidamente dónde pueden colocarse estos sistemas. Hemos estudiado e identificado con análisis SIG las ubicaciones más prometedoras para estos sistemas en función de factores de aceptación social”, añadió Dörenkämper. “Los diques situados en un entorno más industrial, son la ‘fruta al alcance de la mano’ en términos de aceptación social”.
Los científicos explican en su informe que han probado cuatro tipos de sistemas fotovoltaicos a escala piloto. El primero era un sistema de 39,5 kW con una estructura de montaje fija sobre hierba. El sistema “TNO-Eurorail” se despliega sobre hierba y cuenta con una estructura de montaje sobre pequeños pilotes instalados en el suelo a una profundidad limitada, para que no causen grandes daños a los diques.
Los paneles solares se colocan a una altura de entre 80 cm y 1 m, lo que permite a las ovejas pastar bajo los paneles. El cableado de CC entre la estructura de montaje se entierra sin conducto, ya que el uso de tubos de revestimiento en un dique puede provocar la formación de túneles.
La segunda instalación, desarrollada por el proveedor holandés de servicios técnicos Delmeco, es un sistema fotovoltaico de 6,8 kW que sustituye la hierba por un elemento de hormigón que aloja cada panel. El peso de los componentes y la unión de los paneles solares también evitan robos y hacen que el sistema sea resistente al vandalismo.
El tercer demostrador, construido por el promotor holandés Soltronergy, es una instalación de 5,4 kW con cables de acero inoxidable montados sobre yugos de acero entre bloques de hormigón lastrado. Cuenta con paneles fotovoltaicos ligeros de plástico colocados verticalmente a 80 cm de altura y capaces de girar ligeramente en función del viento, según los científicos.
El cuarto proyecto, desarrollado por el especialista holandés en vertederos Afvalzorg, es un sistema de 20 kW colocado sobre Solarbase, un material endurecedor de diques para los paneles solares. El sistema está fabricado con materias primas secundarias certificadas y sustituye a la cubierta de hierba del dique. El cableado de CC es en gran parte inaccesible y está oculto bajo los paneles, mientras que el inversor está colocado al pie del dique.
Los científicos descubrieron que los sistemas fotovoltaicos que se instalan y encajan bien en las prácticas actuales de construcción de diques pueden ser técnica y económicamente viables, sin necesidad de mucha investigación adicional.
“Los sistemas que dan sombra en gran medida a las cubiertas de hierba aún no han demostrado ser adecuados desde el punto de vista de la seguridad del agua”, afirman. “Hemos investigado diferentes configuraciones de disposición de los paneles fotovoltaicos, que permiten que diferentes niveles de irradiación lleguen a la superficie del césped. Sin embargo, como la degradación de la cubierta de hierba es un proceso lento, no podemos llegar a la configuración más óptima y definitivamente segura en este momento. También hemos observado que los sistemas funcionan bien desde el punto de vista del rendimiento eléctrico y no se ha observado ninguna formación directa de erosión.”
Las autoridades holandesas se esfuerzan por encontrar superficies en las que instalar plantas fotovoltaicas a gran escala, debido a la escasez de terrenos. En los últimos años, institutos de investigación y empresas privadas han intentado demostrar la viabilidad de proyectos solares en terrenos no agrícolas, como tejados, barreras antirruido de carreteras, superficies acuáticas en tierra y mar, y carriles bici.
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