La pasada semana, ANFAC publicaba su Barómetro de la Electromovilidad correspondiente al primer trimestre del año, de cuyos resultados se pueden extraer algunas reflexiones importantes. El Indicador Global de Electromovilidad otorga a España 14,7 puntos sobre 100 (+0,6 respecto al trimestre anterior), la mitad de la media europea (UE-27), que se sitúa en 28,4, y a años luz de países como Noruega y Países Bajos, e incluso lejos de nuestros vecinos Francia (35,2) y Portugal (30,2). “Es decir, seguimos a la cola en términos netos y de crecimiento respecto a los países líderes de la electromovilidad en Europa”, subraya David Vallespín, coCEO de Eranovum.
Y si atendemos al Indicador Global de Infraestructura de Recarga se repite la misma situación: España recibe 7,6 puntos sobre 100 (+0,9 respecto al trimestre anterior), duplicada por la media europea (UE-27) de 15,9, y con Países Bajos y Noruega con notas de 75,9 y 63,6, respectivamente. “La mejora en términos de infraestructura de recarga es ligeramente superior a los avances en términos globales, y esto se debe al esfuerzo importante que están realizando las empresas de infraestructura de recarga, y demuestra que se está incentivando el desarrollo en el mercado”, asegura Vallespín.
Sin embargo, sería necesario adoptar algunas medidas para que España pueda dar un salto cuantitativo y cualitativo y ponerse a la altura de otros países. Por ejemplo, “aportar más competencia a la venta de vehículos eléctricos, con una bajada de precios que los haga equiparables a los de combustión, más asequibles para el bolsillo de cualquier ciudadano. Y ayudas directas e incentivos eficaces tanto para compradores de vehículos eléctricos como para desarrolladores de infraestructura”, considera el coCEO de Eranovum.
Sin duda, que la infraestructura de recarga esté dotada de potencias de carga elevadas que permitan cargar el vehículo eléctrico en menor tiempo y poder utilizarlo de forma generalizada es esencial para su despliegue. Pero según el Barómetro de ANFAC, de los 32.422 puntos de recarga de acceso público operativos en la actualidad, sólo el 25% tiene una potencia superior a 22 kW, y si nos centramos en el rango entre 50 y 150 kW, el porcentaje desciende al 14,6%.
Eranovum, productor independiente de energía y operador de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos y de autoconsumo, cuenta en la actualidad con 640 puntos de recarga operativos en 167 ubicaciones de todo el territorio nacional, lo que la sitúa entre los diez operadores con mayor infraestructura de recarga en funcionamiento en España. De ellos, el 42% es de carga rápida, con potencias entre 50 y 150 kW, por lo que casi triplica la media del país. Además, dispone de 323 puntos de recarga ya instalados y a falta de activación, y otros 700 comprometidos pero aún no instalados.
“Nuestro objetivo es terminar el año con al menos 1.350 puntos de recarga operativos, pero para recortar los tiempos de puesta en marcha de la infraestructura sería deseable que existiera mayor visibilidad y transparencia por parte de las empresas distribuidoras en el proceso de conexión y también más agilidad por parte de las autoridades autonómicas para legalizar expedientes”, apunta David Vallespín.
Eranovum apuesta por la carga rápida adaptada a las necesidades del usuario en cada segmento en el que instala sus puntos de recarga (hoteles, restaurantes, supermercados, centros comerciales, vía pública…), y la mayoría de sus cargadores han sido fabricados en España por empresas líderes en el sector de la electrónica de potencia. Como productor de energía fotovoltaica, cuenta con el certificado del sistema de Garantías de Origen Renovable gestionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que garantiza que la energía suministrada en todos sus puntos de recarga procede de fuentes 100% renovables.