En este sentido, al integrar la aerotermia con las placas fotovoltaicas, se crea un sistema híbrido que maximiza la utilización de energía, tanto para la generación eléctrica como para la climatización de la vivienda, lo que da lugar a un binomio eficaz en el sector inmobiliario e industrial. Este matrimonio tecnológico no sólo consigue un suministro energético más limpio y sostenible, sino que también ofrece una solución integral para abordar los desafíos del cambio climático y las normativas de la Unión Europea, entre las que está la eliminación de las calderas de combustibles fósiles (gas, gasoil,…) en 2040.
Salvador Cámara, CEO de AVANTFORCE indica que “este binomio también ofrece una mayor independencia energética, ya que permite a los usuarios producir y consumir su propia energía de manera descentralizada. Esto no solo aumenta la resiliencia ante posibles interrupciones en el suministro eléctrico, sino que también fomenta un modelo energético más participativo, donde los ciudadanos tienen un papel activo en la producción y gestión de la energía”.
Por lo que respecta a la inversión en sistemas de aerotermia depende de varios factores, como son las características de la vivienda, la potencia requerida, la ubicación y la complejidad de la instalación. Si a esto le añadimos las placas solares el precio puede ser mayor en comparación con sistemas convencionales de climatización, sin embargo, es importante considerar el ahorro energético y, por ende, el monetario que se produce, una vez que se amortiza la inversión inicial.
«Sin embargo, a pesar de todas sus ventajas, es fundamental reconocer que la adopción masiva de este binomio se enfrenta algunos desafíos. Entre ellos se encuentra la necesidad de políticas públicas que fomenten su adopción y desarrollo de este sistema de climatización, manteniéndose libre de trabas burocráticas e impuestos medioambientales», concluye Salvador Cámara.